Chanete diste en el meollo de la cuestión
Aunque parezca raro, apenas 2 semanas después de fumarme el último y después de tantos años fumando como un cosaco, empiezo a repudiar el olor a tabaco. No es cuestión de sentirme tentado cuando hay alguien fumando a mi lado, sino que empiezo a no tolerar el humo y procuro evitarlo.
Asín semos, eso es de cajón...pero con el tiempo las cosas cambian, incluso aquí.
Hoy en día el fumar es una hábito antisocial en la mayoría de entornos y los fumadores ven cada vez más apretadas sus tuercas con cada subida del precio del tabaco o con la prohibición de fumar en cada vez más sitios.
Hace 15-20 años esto no era así...es más...la mayoría empezamos a fumar en la adolescencia porque queríamos parecer más cool y tal, lo cual venía reforzado por los estereotipos sociales, la publicidad,etc...
Pero hoy en día el tabaco tiene bastante mala reputación y somos cada vez más conscientes de que fumar está completamente carente de sentido (sin entrar a debatir los aspectos negativos de dicha adicción). Carente de sentido por una cuestión bien simple: ¿Qué fumador fuma por placer? ¿es agradable el sabor? ¿el olor? No,es nauseabundo...el fumador fuma porque es un adicto, y como adicto, necesita aliviar el síndrome de abstinencia que la nicotina le provoca.
Aunque esta adicción física a la nicotina supone un 1% de la adicción real a esta droga...el otro 99% es la adicción psicológica, el "lavado de cerebro" como lo denomina Allen Carr en su libro, la cual realimenta y multiplica el efecto de la adicción física.
La ansiedad provocada por la retirada de la nicotina es realmente leve y fácil de superar...pero son las retribuciones psicológicas asociadas al cigarrillo y las situaciones en las que lo encendemos las que, en la mayoría de ocasiones, hacen tan difícil dejar de fumar.
Pero es que ¡¡¡¡¡ no es tan difícil !!!!!!!
Como yo digo, hay que conocer al enemigo y así podrás combatirlo con éxito...y este libro te descubre cómo es el enemigo, sus puntos fuertes, sus puntos débiles.
Yo fumaba paquete y medio diario...en las últimas ya llegaba a despertarme varias veces en la noche...y cada vez que me despertaba,encendía uno...y, como es normal, había veces en que me quedaba dormido con el cigarrillo en la mano, con el peligro que eso conlleva.
Pues ahora estoy contentísimo...para nada estoy sufriendo ni aguantando estoicamente síndromes de abstinencia.
Es cierto que en momentos puntuales me viene el deseo de encender uno,pero me he buscado mi propia respuesta (mental) automática a ese deseo, y desaparece al instante.
Insisto, no es tan difícil dejarlo. Sólo hay que echarle el valor necesario para INTENTARLO, acometer el tema desde una DECISIÓN FIRME y estar convencido de que fumar es una solemne estupidez y de que se puede vivir sin hacerlo....millones de personas lo hacen ¿por qué yo no?