Se marque o no se marque la casilla de la iglesia, ellos cobran igualmente.
Lo que falte lo pone el estado, hasta llegar a la cifra pactada en el concordato con franco:
6000 millones de Euros anuales. De éstos, solo 250 millones se recaudan a través del IRPF.
Además, se dejan de recaudar 900 millones de euros anuales, de los que se les exime (exenciones fiscales en impuestos municipales, autonómicos y estatales, renta, patrimonio, IBI, Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y transmisiones patrimoniales)
Además, el Estado sostiene el funcionamiento de 2.400 colegios católicos concertados, con un presupuesto de 3.500 millones de euros.
El sueldo de los profesores de religión, capellanes hospitalarios, carcelarios y castrenses, lo paga íntegramente el estado: Una cantidad superior a 600 millones de euros.
2.400 colegios católicos concertados, con un presupuesto de 3.500 millones de euros.
En hospitales concertados, ambulatorios, centros de ancianos, discapacitados y orfanatos gestionados por la Iglesia, su factura para el Estado asciende a más de 2.000 millones de euros.
Aparte, el estado les regala una cantidad adicional de 200 millones de euros para el
mantenimiento del patrimonio histórico-artístico religioso.
Además de todos estos privilegios, cuentan con poderes como el de
la inmatriculación. (otro regalo de franco)
Y la otra casilla, la de fines sociales, concede decenas de millones de euros a numerosas organizaciones, como Cáritas, enmarcadas en el grupo de las ONG como paraguas legal.
