Informática musical

Este altavoz programable tiene tantas funciones como permita tu imaginación

Si hay una tendencia grandiosa de la tecnología en nuestros días es el “hazlo tú mismo” y su facilidad para expresar conceptos que en algún momento requirieron no solo arduas reflexiones matemáticas o científicas, sino también complejos procesos técnicos para su fabricación. Crear algo tan común hoy en día como un altavoz era un lujo, algo totalmente sorprendente, que si bien aún sigue siendo así, las posibilidades han cambiado y la tecnología hoy nos permite no solamente adquirir un producto, sino también conocer la ciencia y la magia que tiene a cuestas, de paso además pudiendo alterar, personalizar y controlar sus funciones.

Nada menos hace unos meses nos enterábamos de la iniciativa de Bose por crear un parlante interactivo orientado a ser parcialmente ensamblado por niños, así enseñándoles sobre el mundo del audio y todo lo que implica un pequeño altavoz. Pues bien, bajo una idea similar, un colectivo de diseño y creación tecnológica inglés llamado Kano, han presentado en Kickstarter una interesante serie de kits DIY entre los que se encuentra un altavoz que viene no solo desarmado, sino capacitado para ser programado a gusto del usuario, incluyendo varias funciones modificables, además de estar orientado a enseñar un poco sobre el proceso de programación.

La caja incluye una tarjeta madre, un pequeño cono de altavoz, potencioómetros, entre otros, agregando además una zona de cuatro círculos programables que pueden funcionar como pad de baterías, receptor de sonido, grabadora, entre otros. Funciona por Bluetooth o USB y se le puede adherir un sensor de proximidad, dirección y distancia, de tal forma que puedan programarse efectos como distorsión o manipulación de sonidos, cambio de pistas, variación de volumen, entre otras funciones, todo mediante los gestos de la mano alrededor.

Según cuentan sus creadores, el núcleo del concepto radica en la posibilidad de programar sus funciones, pudiendo desarrollar loopers, transformarlo en un reloj despertador, un timbre de puerta, un theremin, un transformador de voz, walkie talkie, máquina de ruido o claro está, en una versátil caja de música electrónica, según los algoritmos que se integren a su funcionamiento. Además puede enlazarse a los otros dos kits, uno de cámara y otro como pantalla de pixeles, generando así una gran cantidad de opciones interesantes.

Las creaciones algorítmicas pueden compartirse en una comunidad de usuarios fundada en la idea de la colaboración. Las opciones son realmente amplias y ya se cuenta con algunos ejemplos de las mismas. Obviamente quienes quizás puedan disfrutar más de esto sean los niños, aunque realmente se trata de un kit que trasciende las edades, orientado a explorar tantas posibilidades como permita la imaginación, además porque acerca la idea de la programación a elementos bastante básicos que incluso quien nunca haya diseñado un algoritmo, puede hacerlo de una forma más intuitiva, como si de un rompecabezas se tratara.

El kit de altavoz se ofrece por $99 desde la campaña de financiamiento en Kickstarter. Un paquete con los tres kits se ofrece a $249.

Miguel Isaza
EL AUTOR

Miguel es un investigador que relaciona la filosofía, el arte, el diseño y la tecnología del sonido. Vive en Medellín (Colombia) y es fundador de varios proyectos relacionados con lo sonoro, como Éter Lab, Sonic Field y Designing Sound.

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