Informática musical

Review de Arturia Beatstep Pro, un pequeño gigante

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Veredicto
Hay una concepción excelente detrás de BeatStep Pro y asoma en cada una de sus muchas facetas. No es sólo una máquina pensada para la creación de patrones basados en pasos y su reproducción, sino para la interacción con ellos.

Pros

  • Es controlador y triple secuenciador
  • Funciones altamente creativas
  • Gran interconectividad con otros dispositivos, digitales y analógicos
  • Fácil manejo
  • Calidad de construcción

Contras

  • Espacio entre los pulsadores de "steps"
  • Conector USB endeble

Ya su antecesor atrajo un enorme interés que lo encumbró a producto del año 2014 en hispasonic , así que la noticia de una versión Pro y sus crecidísimas posibilidades dejaron hambre de su llegada.

Por fin se distribuye BeatStep Pro de Arturia. El precio de aprox. 250 euros casi triplica al del BeatStep a secas, pero con justificadas razones: el potencial se multiplica mucho más que lo que ese factor parecería indicar. Sigue siendo extremadamente portable con 1,5 kg. de peso, y medidas 415x163x36mm.

Si he de destacar una sola cosa, el juego que permiten los nuevos controles ‘random’ y ‘probability’ me ha dejado fascinado. Es sorprendentemente musical la forma en la que la introducción de algo de aleatoriedad, en su justa medida y adaptada a cada caso, llega a generar variaciones útiles sobre los patrones base que hayamos creado.

Hay una concepción excelente detrás de BS Pro y asoma en cada una de sus muchas facetas. No es sólo una máquina pensada para la creación de patrones basados en pasos y su reproducción, sino para la interacción con ellos. Facilita la modificación en tiempo real de muchos elementos animando a jugar con los patrones, a darles vida con intervenciones en caliente que resultan fáciles de llevar adelante y efectistas en el resultado, sirviendo de inspiración para expandirlos y crear variaciones.

Simultanear dos secciones para notas y una de batería y contar con amplias posibilidades de interfaz tanto MIDI como analógica (CV/Gate/Trigger/Sync), o el concepto de proyecto, son otros de sus méritos crecidos respecto a su antecesor. Como controlador suma 35 botones y 16 encoders configurables y admite también un modo MCU/HUI para control de DAWs.

Sólo puedo pensar en sistemas totalmente integrados (a lo Elektron, con la ventaja de una íntima relación entre la parte de secuenciamiento y la de generación de sonido) o en secuenciadores de precio muchísimo más elevado (como Squarp de Pyramid) para encontrar sistemas hardware que admitan tanta y tan variada concentración de posibilidades. Siempre podríamos encontrar algún deseo no cubierto, pero lo que ofrece es mucho y variado.

En breve

[Índice]

Como ya sucediera con BeatStep, este nuevo Pro puede funcionar como controlador y como secuenciador. Un vistazo a sus controles y a sus conexiones es ya revelador de lo que permite.

Como controlador permite disponer de 16 pads, 16 encoders y 19 pulsadores (los 16 de los pasos o ‘steps’ más los de rec/stop/play) que generan información MIDI de acuerdo a la configuración que realicemos, usando el software gratuito MIDI Control Center de Arturia.

Las funciones de secuenciador permiten disponer de SEQ1 y SEQ2 como sendos secuenciadores monofónicos de patrones de notas paso a paso, y de DRUM como secuenciador de ritmo capaz de gobernar hasta 16 sonidos diferentes.

Los tres secuenciadores generan MIDI ya sea en DIN 5 puntas (mediante cables adaptadores incluidos) y/o en USB-MIDI class compliant. Pero es sólo uno de los destinos: hay también disponibles un doble interfaz analógico (con gate, CV de pitch y CV de velocidad) que permite controlar por tensión dos sintes analógicos desde SEQ1 y SEQ2, y un nada desdeñable juego de 8 conectores ‘drum trig’ con señales gate de 10V reflejando de la actividad de los 8 primeros instrumentos de percusión accionados desde DRUM. También cuenta con in y out de sync analógico configurable en varios formatos (DIN24/48 o pulso por paso).

Los pulsadores de los 16 pasos, además de usarse en conjunción con los secuenciadores para activar o no los distintos pasos, doblan su función combinándolos con otras teclas. Por ejemplo para permitir el acceso fácil a los 16 patrones por cada secuenciador o para determinar la longitud de cada patrón. Pero en conjunto no hay abuso de las combinaciones de teclas, y es fácil de manejar en todas sus funciones.

La calidad de construcción está en la línea ya iniciada con BeatStep con una solidez que aquí continúa. Permanecen también unos pads de goma no rígidos y con un tamaño y separación suficientes para usarlos sin complicaciones, lo mismo que los pots/enconders. Es factible, aunque quizá no tan cómodo como en otras máquinas de pads mayores y con recorrido más amplio, aprovechar la sensibilidad a la velocidad de los pads, cuya curva es fija. Con algunos de los sintes con que probé se ajustaba mejor que con otros, y el uso de funciones de corrección de velocidad en tiempo real desde el DAW ayudó a una mejor adaptación.

Más justito, necesariamente, el espacio entre los pulsadores de ‘steps’, pero que por sus propias funciones no son tan críticos respecto a su separación. El conector USB, idéntico al de los móviles, es quizá el punto más flaco, ya que no se caracteriza precisamente por aguantar tirones.

Proyectos

[Índice]

Contar con 16 proyectos es una de las novedades importantes que incluye esta versión Pro, y permite llevar internamente hasta 16 juegos completos de contenido fácilmente seleccionables a través de los pulsadores de ‘step’ combinados con la tecla ‘project’. Cada proyecto contiene por cada secuenciador 16 patrones y una definición de los mensajes que deseamos genere BeatStep Pro cuando lo usemos como controlador.

Por ejemplo un proyecto puede corresponder a una canción, y una vez seleccionado tendremos todo el juego de patrones que necesitaremos durante ella, más el repertorio de controles que hayamos configurado, listos para aplicarlos durante ese tema.

BeatStep Pro como controlador

[Índice]

La definición de mensajes para el modo control es única por proyecto, pero individual en cada uno de ellos. Es posible configurar mensajes MIDI que se generan desde los 16 pads, sensibles a la velocidad y a la presión individual sobre cada uno, y los 16 rotatorios de tipo ‘sin fin’, a los que se añaden ahora los 16 pulsadores de ‘pasos’, inexistentes en su predecesor Beat Step. Los encoders, por cierto, reaccionan al mero toque cuando no los llegamos a mover informando de su valor en uno de los displays de leds, un detalle bien agradecido para poderlos leer sin tener que generar ningún mensaje desde ellos.

Respecto a mensajes: pueden generar mensajes de nota, CC, cambio de programa y banco, aftertouch, o incluso los cada día más importantes NRPN. Quedan fuera, como es habitual en tantísimos controladores de unos y otros fabricantes los mensajes de SysEx. Aprovechando los pads es posible generar aftertouch polifónico individual por cada nota/pad.

Con los botones/pads hay opciones para permitir reacciones de tipo ‘sólo al pulsar’ (por ejemplo sería lo habitual para enviar un cambio de programa), ‘al pulsar y al soltar’ enviando valores diferentes o de tipo ‘conmutación’ en los que cada nueva pulsación fuerza la alternancia entre dos valores predefinidos, para tener un comportamiento de tipo ‘toggle’.

En el caso de mensajes que admiten un rango (con encoders o con la presión sobre pads) este puede acotarse. No tiene porqué ser necesariamente el completo 0-127, con lo que podremos centrarlo en la zona útil para nuestros propósitos.

Los pulsadores rec, stop, y play/pause de la sección de transporte envían comandos tradicionales de MIDI Clock y también MMC (MIDI Machine Control), aunque pueden configurarse para generar otros mensajes de tipo CC durante el uso como controlador.

En el modo de uso como controlador, un pulsador permite alternar entre el conjunto de mensajes MIDI que nosotros hayamos definido para cada control o bien mensajes que corresponden a los protocolos MCU y HUI de control de DAWs.

Como estos modos de controlador MIDI y MCU/HUI pueden invocarse mientras los secuenciadores continúan funcionando, es perfectamente factible controlar desde BeatStep Pro no sólo sus propias secuencias, sino también parámetros de los sintes y efectos, o la mezcla en el DAW, sin tener que parar la reproducción de los patrones. Yendo y volviendo entre uno y otro modo según necesitemos.

BeatStep Pro como secuenciador

[Índice]

La longitud de los patrones alcanza una extensión de hasta 64 pasos, que se presentan visualmente en 4 bloques de 16. El paso de uno a otro patrón entre los 16 disponibles por proyecto se realiza con facilidad mediante los pulsadores de ‘step’ combinados con Seq1/Seq2/Drum y puede ser individual para cada una de esas tres secciones o vinculado ('prst lnk') si necesitamos asegurar que suban y bajen de patrón sincronizadamente. La elección del canal MIDI para Seq1, Seq2 y Drum con el botón 'chan' y los 16 pulsadores es trivial, y puede servir para pasar de un sonido a otro en tiempo real sin necesidad de programar y enviar cambios de programa desde el modo controlador.

El tempo es global para las tres secciones, y puede ajustarse con un encoder que regula tanto el valor entero en BPMs como, combinado con el pulsador ‘shift’, un valor ‘fine’ que permite retocar con precisión de centésimas. Cuenta también con 'tap tempo'. Alternativamente puede sincronizarse a diversos tipos de fuente externa: reloj MIDI en DIN5P, reloj en USB MIDI, señal de sync analógico tipo DIN24/48 o pulso por paso.

Siendo el tempo global, existe sin embargo la posibilidad de que cada secuenciador esté aplicando una figura diferente para la distancia entre pasos. Se puede especificar el tipo de división del paso a negras (1/4), corcheas (1/8), semicocheas (1/16, lo más habitual) o fusas (1/32) y si se aplica o no aire de tresillos. La dirección de reproducción en cada secuenciador puede ser hacia delante, hacia detrás o ida y vuelta. Todos ellos son ajustes que se conservan en cada patrón y que pueden retocarse en vivo ('shift' + pads). También las longitudes de patrón en cada secuenciador pueden diferir, y se modifican con facilidad generando si lo deseamos polirritmias. Variar estas cuestiones permite aprovechar de formas múltiples la combinación elemental de un patrón por pista, sacándole mucho más juego a la interacción de unas pistas con otras.

A los que echéis en falta la opción de una reproducción aleatoria de los pasos, hay mucho que decir al respecto. Los tres secuenciadores cuentan con control (cómo no, especificable patrón a patrón y modificable durante la ejecución) de swing, pero también permiten una aleatorización que introduzca algo de variedad a través de dos controles que permiten decir cómo de profunda y de frecuente será la aparición de elementos ‘erráticos’ sobre el diseño original del patrón. Profundizaremos en ellos un poco más adelante.

La facilidad para modificar en caliente tantos elementos de los patrones en cada secuenciador abre la vía a explorar nuevas formas de aprovecharlos. Limitar a los 4 primeros pasos el secuenciador Drum es una forma de introducir una especie de ‘break’ útil. Otro tanto cabe decir sobre Seq1 y Seq2. Pero salir de esa reproducción limitada y recuperar la extensión completa puede ser difícil en algunos casos, lleva cierta práctica. Más que una limitación se ha revelado como una excelente forma de sugerir productivas combinaciones de las tres secuencias: la ocasional entrada desplazada o a contragolpe de alguna de ellas es muchas veces realmente inspiradora y refrescante, llevando la idea original a un concepto renovado y sorprendente, en el que las tres pistas contrastan entre sí de una forma totalmente diferente a lo previsto. Mis mayores disfrutes personales con BeatStep Pro han venido de este hecho y de las posibilidades random/probability. En estilos orientados a la pista de baile trasladar el pulso principal a una nueva posición es una forma magnífica de descolocar a los oyentes y redespertarlos, ganando de nuevo su atención y obligándoles a reubicar sus movimientos para sincronizarse. Un golpe de efecto poderoso que estaría bien poder convertir en un recurso y no en un producto casi de la casualidad, quizá en un próximo firmware.

El control ‘roll/loop’ permite forzar repetición reiterada de un fragmento (loop) como efecto clásico añadido en vivo durante la reproducción de patrones, o bien puede usarse para disparo repetido (roll) de notas desde los pads. Cuenta con cuatro zonas táctiles diferentes que corresponden a otras tantas longitudes de loop / velocidades de roll. Al igual que comenté con los cambios de duración y los posibles deslizamientos de alineación entre unas pistas y otras, hacer un uso adecuado de esta posibilidad exige cierta destreza que hay que entrenar y no es siempre sencillo.

SEQ1 y SEQ2

[Índice]

En SEQ1 y SEQ2, pensados para frases con notas, tenemos control sobre por supuesto la nota, pero también la velocidad y la duración o ‘gate’. Son ajustes individuales nota a nota que podemos alterar con facilidad desde los encoders, consiguiendo fraseos ricos y llenos de detalle, entre los que la rigidez y cuadratura ‘de máquina’ son sólo una más de las opciones, no una imposición. Permiten matizar/corregir una frase grabada o bien la intervención en directo.

Los patrones pueden grabarse en tiempo real desde los propios pads usándolos a modo de teclado que representa visualmente una octava y cuenta con botones para elección de octava. También se pueden grabar desde un teclado externo vía MIDI, o bien prepararlas con el editor tipo pianola que incluye el software que Arturia distribuye gratuitamente (MIDI Control Center).

Al variar las notas, los encoders pueden usarse en modo cromático completo o bien forzados a visitar sólo notas de alguna de entre las varias escalas ofrecidas: mayor, menor, dórica, mixolidia, menor armónica, blues o incluso definida por el propio usuario a través del software mencionado, evitando así que como resultado de las intervenciones improvisadas más alocadas aparezcan notas discordantes y garantizando que la selección de notas con los encoders sea compatible con el tema musical. La selección de la escala puede realizarse ‘en caliente’ desde los controles del propio BeatStep Pro ('shift' + pads) en consonancia con la orientación global al toqueteo y la experimentación.

También encontraréis opciones para forzar o no el ligado entre notas sucesivas, aunque esto es algo a lo que tendrán que reaccionar adecuadamente los sonidos que hayamos programado en el sintetizador externo, haciendo legato, portamento, etc. La grabación en tiempo real retiene ese carácter ligado o no con el que hayamos interpretado, y también la duración y velocidad de cada nota ejecutada, aunque su posición se cuantiza por defecto, como es habitual.

Es factible reclamar fácilmente, y de nuevo vía teclado MIDI externo o con los recursos del propio BS Pro en forma de teclado de pads, la transposición de las frases de SEQ1 y SEQ2. Reflejando ese mimo con los detalles del que os hablaba, esa transposición podemos especificar a nuestro propio gusto si ha de ser sólo momentánea o si ha de mantenerse aunque liberemos la nota o control con el que la iniciamos, y si ha de aplicarse a ambos secuenciadores o sólo a uno, manteniendo el otro a modo de frase pedal sin transponer.

La sección Drum tiene la complejidad añadida de su ‘polifonía’: al fin y al cabo controla hasta 16 sonidos de percusión simultáneos, y es, por así decirlo, un secuenciador con 16 pistas, una para cada instrumento de percusión. Si habéis manejado cajas de ritmo basadas en rejilla, es una traslación de ese mismo concepto y encontraréis aquí todo tipo de opciones habituales. Desde la posibilidad de silenciar instrumentos individuales, o crear el patrón visualmente activando o no pasos para cada instrumento, hasta realizar redisparos en caliente (los ya mencionados ‘rolls’, que no me parecería bien en este uso traducir por redobles).

No falta la posibilidad de desplazamiento del instante de ataque (shift) adelantándolo o retrasándolo para situar cada golpe de cada instrumento fuera de la rejilla estricta de la estructura de pasos, dotando así del ‘groove’ necesario a los patrones.

Y como siempre todo ello con la naturalidad de una interacción cómoda a través de los pads, pulsadores y encoders, que en unas y otras combinaciones de teclas abren las vías a alterar esos diferentes planos que conjuntamente definen el patrón de batería. Y siempre sabiendo que además de la mera reproducción del patrón, la vía a la intervención manual en vivo está permanentemente abierta, interpretando desde los pads golpes adicionales a los registrados en el patrón.

La grabación puede hacerse paso a paso, en tiempo real con una iluminación informativa en los pads y los 16 botones útil, o con edición desde MIDI Control Center con una vista simultánea de la actividad de los 16 sonidos.

El mapa de notas usado para las percusiones por BeatStep Pro puede ajustarse no proyecto a proyecto sino globalmente y haciendo uso de MIDI Control Center. Se puede elegir entre el mapa General MIDI, el correspondiente al software Spark de Arturia, o uno que definamos nosotros mismos asociando una nota a cada pad.

Random / probability y déjate llevar

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Respecto a la intervención ‘en vivo’, no sólo hemos de hablar de la que hagamos en primera persona como usuarios. El propio BeatStep Pro puede ser parte activa, a través de una refinada, aunque sencilla de usar, definición de lo que es aleatorizar un patrón.

Los resultados que permiten los controles ‘random’ y ‘probability’ pueden justificar por sí mismos el interés por BeatStep Pro. Mientras que en otros secuenciadores por pasos la opción ‘random’ se refiere sólo a la posibilidad de reproducir en desorden los pasos que definen una secuencia, la capacidad de BSPro va mucho más allá.

Hay posibilidad de ajustar (de forma continua, no un simple on/off) el % de aleatoriedad que queremos impartir y de forma independiente la probabilidad de que suceda la sustitución de un evento del patrón por otro aleatorizado. El conjunto de ambos controles acaba resultando un arma poderosísima.

Si pensamos en un patrón de sólo 16 pasos, una probabilidad ajustada al 10% implica ya que en media cada patrón verá alterado entre una y dos de sus notas. Con el control ‘randomness’ definimos la gravedad de esa sustitución, si impondrá una deformación fuerte o débil. Además la notas elegidas para aleatorizar se toman siempre de las ya presentes en el propio patrón, garantizando así el mantenimiento de cierta homogeneidad.

El resultado es al final, de una utilidad musical sorprendente. En especial me ha gustado la forma en la que un patrón simple de batería consigue animarse con variaciones ricas que sin deslucir la intención global sí mantienen un interés en la escucha mucho mayor que la mera reiteración de un patrón fijo. Para los que no somos percusionistas, introducir variaciones con sentido musical en las partes de batería es siempre un reto, y unas dosis controladas de esta aleatorización limitada llega a permitir dejar escondida la sensación de la máquina de ritmos clásica aproximándose casi a la de una interacción.

El resultado sobre los secuenciadores de notas es mucho más dependiente de la intención de las frases musicales y hasta qué punto aguantan o no su deformación. Pero dado que siempre las notas sustitutas se toman de las ya presentes en la frase, podemos diseñar patrones ampliamente tolerantes, y en caso necesario, la posibilidad de hacer ajustes de aleatorización independientes para Seq1, Seq2 y Drum ayudará a volver al redil a la pista que esté resultando exageradamente ‘libre’ como resultado de una aleatorización global.

Excelente idea por cierto esta de simultanear un ajuste ‘global’ que afecta a las tres secciones con uno individual, y también la conservación de esos valores a nivel proyecto y en cada patrón, para poder reclamar en directo como punto de arranque las dosis oportunas de aleatorización.

Como ya mencionamos el recurso de ‘swing’ es otro que también admite una definición global más otra añadida en cada patrón y ofrece un recorrido que se extiende desde corcheas al 50% (sin swing) hasta el 75%.

BeatStep Pro y sus interfaces

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Cuenta con MIDI in y out tradicional en DIN 5 puntas (mediante 2 cables adaptadores incluidos) y con USB-MIDI class compliant (y por tanto nativamente compatible con iOS y los sistemas operativos modernos, sin necesidad de drivers).

Hay dos interfaces analógicos (cada uno con gate, CV de pitch y CV de velocidad) ligados a SEQ1 y SEQ2, pero que también pueden funcionar si lo necesitáramos como puros interfaces MIDI a CV (cuando los secuenciadores no están funcionando, en situación de stop). Las opciones en la configuración de estas señales permiten adaptar los diferentes estándares S-trig como V-trig, o en el caso CV las representaciones V/oct o Hz/V y ajuste de la nota central. Cuando los secuenciadores están funcionando los interfaces CV/Gate/Velo se alimentan de ellos, y cuando están en pausa funcionan como interfaces MIDI a CV genéricos, en cuyo caso atienden al pitch bend, inexistente en las secuencias.

Hay también In y Out para claqueta analógica: los clásicos DIN Sync de 24 o 48 pulsos por negra, usando el cable incluido para pasar del jack 3,5mm presente en el panel a DIN 5 puntas. También puede generarse señal de reloj basada en un pulso por paso, clásico de secuenciadores analógicos por pasos.

Y por supuesto están los nada menos que 8 conectores ‘drum trig’ que aportan señales gate de 10V desde los 8 primeros canales del secuenciador DRUM. En su uso más básico permitirían activar el disparo de sonidos de percusión analógica externos. Pero podrían usarse igualmente para tener diseños de secuencias de disparos cara a un modular, no necesariamente destinados a disparar tal cual un sonido de percusión, sino por ejemplo para inicio de envolventes, avance de un secuenciador / arpegiador externo, señal de captura en un S&H, etc... Podrían usarse incluso para alimentar esos pulsos ‘a lo bruto’ en un mezclador modular y tener ese impulso / kick clásico y salvaje de algunas grabaciones del primer tecno. Y porqué no podrían servir también de interfaz para disparar, con un mínimo de electrónica, casi cualquier cosa (quizá una luz, una máquina de humo…).

Actualizar el firmware

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Antes de acabar, añadiré un aviso: altamente recomendable, obligatorio más bien, actualizar el firmware y usar la versión más reciente de MIDI Control Center, ambos descargables de la web Arturia. Eso sí, si usáis Mac, os conviene leer estas instrucciones para realizar la primera actualización. A mí me tuvo durante días intentándolo sin éxito hasta que encontré esta nota. Al parecer la primera versión del firmware (y por tanto las primeras unidades que se han distribuido) necesitan aplicar, sólo la primera vez, un procedimiento de actualización en Mac un poco diferente. Nada grave una vez que se conoce y algo que una vez hecho podréis olvidar de por vida, así que no dejéis de tener este enlace en cuenta. Es imprescindible para que MCC funcione y podáis editar y transferir adecuadamente parámetros y patrones del BeatStep Pro desde el software en su versión para Mac.

Pablo Fernández-Cid
EL AUTOR

Pablo no puede callar cuando se habla de tecnologías audio/música. Doctor en teleco. Ha creado diversos dispositivos hard y soft y realizado programaciones para músicos y audiovisuales. Toca ocasionalmente en grupo por Madrid (teclados, claro).

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