El. Punto 6 me parece absolutamente incorrecto, nada en esta vida como tener pequeños objetivos que te lleven a otro mas grande.
Y para relajarse nada como el zazen.
Si, de acuerdo, no me explique muy bien, eso que dices creo que lo matiza o mejor, que lo pone en un muy buen contexto, gracias.
El problema de las técnicas, como tales, es que cuando las aflojas las cosas vuelven a ser como siempre o peor. Son muy útiles en la medida en que te enseñan a abrazar cada vez más mundo, a comprenderlo.
Yo tengo un apartadillo en un armario de la cocina con mogollón de cajitas de sobres de infusión, cuando necesito relajarme mucho o tengo una semana jodida (insomnio de varios dias), me hago una infusión de 1/2 litro con 2 sobres de te, manzanilla, poleo, cassia etc... una cucgharada de azucar y me salgo a la terraza de noche a tocarle la cabeza al perro, escuchar la radio y ver pasar aviones (esto en verano), en invierno bricolaje e infusion...
Digo...
- Nada de finanzas antes de acostarse, acostumbra a estresar
- La lectura previa al sueño va estupenda, el ordenador no. Se puede sustituir la lectura por el cine, siempre que sea afín a relajarse.
- Café o cafeína lo mínimo posible. Yo desde que sólo me tomo el de la mañana soy otro.
- No emperrarse en lo que no sucede o esperamos que suceda "me llamarán para eso", " la veré el próximo finde", "me van a despedir"... eso sólo añade tensión para nada, porque sólo los hechos tienen peso, lo demás son quimeras.
#22 muy cierto el ultimo
Hola Toni
Un par de copas de buen vino por la noche...
"La mente insensata no se detiene; si se detiene, es iluminación" (Proverbio Zen).
Esto de detener la mente parece muy sencillo, pero... Cuando estás sentado en el suelo, relajado, con la espalda recta, las piernas cruzadas y las manos juntas con las palmas hacia arriba, los ojos entrecerrados centrados en un punto fijo-por ejemplo la punta de la nariz-empiezas a respirar profundamente. Primero la respiración es consciente. El aire entra y sale de los orificios nasales, como si tu sistema respiratorio fuera una puerta giratoria. Observas mentalmente la sensación justo debajo de la nariz...Hay un momento en que parece haberse suspendido la actividad mental. No hay palabras en la mente, no hay lenguaje, no hay monólogo interior. Y de repente, recuerdas algo, o ves una mosca que cruza delante justo de tu cara, o puede que oigas un ruido y pienses ¿qué es ese ruido?...Y entonces hay que volver a centrar la mente en la respiración, volver a concentrarse y dejar que los pensamientos se vayan por sí solos, sin aceptarlos ni rechazarlos. Los pensamientos son como un trozo de madera podrida en la playa que uno observa un momento y luego los ignora.
El propósito de la meditación budista es detener la mente, conseguir que se calle. La mente es una parlanchina que hay que meter en cintura.