Javier Arnanz escribió:
Con los años vas asumiendo que la pista de voz y de ambiente tienen prioridad sobre la música y vas aprendiendo que hay que recortar ciertas frecuencias muy típicas usadas por insectos y pajaros. Mejor atenuar un poco en la mezcla, que no que te recorten ellos por donde les parezca...
Sí, eso es otra cosa... y pasa lo mismo en el cine. La música siempre quedará en un tercer lugar, por detrás de diálogos y también efectos de sonido. Si hay explosiones, truenos, disparos o cualquier sonido que se te ocurra, da por hecho que bajarán la música para que se oiga más el "pum-pum" que tu trabajo.
Cuando algún amigo que hace cortos me ha pedido que le hiciese la mezcla final de los diálogos con la música, siempre he intentado bajar la música hasta el punto justo en que se oigan bien claros los diálogos, pero nunca más de lo estrictamente necesario. Es más, si puedo, subo y bajo en cada frase un pelín, o de forma muy progresiva para que no se noten subidones o bajadas bruscas del volumen de la música. Siempre he apostado para que esté a un nivel de presencia importante, ya que entiendo que si la música está demasiado floja, pierde prácticamente toda su fuerza, toda su emoción... Y siempre he creído que en Hollywood lo harían así, con un trabajo minucioso, procurando que la música no quede nunca demasiado "atrás" en volumen... Pues para mi sorpresa, no.
El otro día viéndome una de mis escenas favoritas de Jurassic Park me quedé de piedra. Yo en mi cabeza recordaba (imaginaba) la música de John Williams a todo volumen en esa escena (pues es quizás el momento más impactante cuando uno ve la película por primera vez, cuando aparecen los primeros dinosaurios del parque)... ¡Y me llamó la atención el volumen al que llegan a bajarla en los diálogos! Es más, pensé: "esto no puede ser, seguro que ha sido cosa del doblaje, que han bajado demasiado la música cuando hablan..." Pues no, comprobé con la escena en versión original y lo mismo... al principio la música está muy presente, pero enseguida que hay unas pocas frases de los actores, la música baja a un volumen que casi ni se aprecia (a pesar de ser un fragmento muy apoteósico de la banda sonora) y la vuelven a subir de repente (sólo momentáneamente) en el momento en que el dinosaurio pone los pies en el suelo, pero en seguida vuelve a bajar un montón cuando siguen hablando.
Aquí tenéis el ejemplo, fijaos en las subidas y bajadas de volumen, lo exageradas que son... comparadlo con el grito del dinosaurio (exageradamente fuerte), los ruidos de las pisadas, o incluso de las hojas de los árboles y por supuesto los diálogos:
En algunos puntos, la música casi ni se oye. Cierto que al menos tuvieron la decencia de subir y bajar la música en algún punto en concreto que no hay diálogos... porque aún habría sido peor si hubiesen dejado todo el rato la música al nivel más bajo todo el rato. Y eso, precisamente, es lo más probable que nos hagan a nosotros... ponerla al mismo volumen todo el rato, que no moleste y ni preocuparse en subirla cuando debería tener más presencia.
Así que en fin... he empezado a pensar que si al maestro de los maestros, a John Williams, le dejan sus obras maestras a ese nivel y en Hollywood cuando hay cualquier otra cosa que debe prevalecer... ¡pues imaginad lo que harán con nuestros trabajos que no somos nadie!