Totalmente de acuerdo. Simplemente que no glorifiquemos al pueblo, porque si estamos como estamos no es por la degradación de la ética política, sino por la degradación de la ética de los propios ciudadanos. Es ahí donde tenemos que meter la llaga: no sólo criticar a una clase política que se enriquece y no trabaja por el camino que debería para garantizar nuestros derechos, sino también criticar al ciudadano que ha rebajado el valor de la educación a la altura del barro, que se ha beneficiado del despiadado estado de bienestar consumista hasta que ha petado y entonces le ha salpicado en la cara, etc etc.
Eso es lo que quiero decir.
Que si criticamos a los que nos gobiernan pero no nos miramos al propio ombligo para ver qué errores importantes estamos cometiendo los ciudadanos de a pie, esto no va a servir de nada, porque el político no deja de ser un ciudadano de a pie con poder, ni más ni menos.
Eso es lo que quiero decir.
Que si criticamos a los que nos gobiernan pero no nos miramos al propio ombligo para ver qué errores importantes estamos cometiendo los ciudadanos de a pie, esto no va a servir de nada, porque el político no deja de ser un ciudadano de a pie con poder, ni más ni menos.

