Yo me siento igual que cuando he empezado... tenso y nervioso... en el mejor concierto que hice me quedé con ganas de seguir porque la sala estaba bastante llena (unas 300-400 personas) y aunque no saltaban y gritaban contínuamente sí que se les veía que les gustaba...
Sin embargo, cuando mejor me siento es cuando toco, de hecho, me da igual tener delante a 15 que 200... lo que cuenta es que yome lo pase bien mientras lo hago, luego hay críticas y halagos, pero nada como hacerlo, es decir, el antes y el después son lo de menos.
Pues si el concierto sale bien, la sensación es inexpicable: no se paga con nada del mundo.
Es más, al acabar mucha gente te habla "como si tuvieras algo especial que ellos no tienen" ¿ser músicos?
La verdad es que cuando acabo un bolo me suelo sentir ebrio.
SASI, te voy a quemar la sucursal.
Estoy con lo que dice Prince de la ingestión de líquidos...
Por lo de que la gente mire... yo alucino cuando veo bocas abiertas de la gente que se queda embobada entre las proyecciones y la música... lo que no soporto es que la gente bote sin seguir el ritmo, aunque bueno, lo normal es que ni mire, porque con los focos en la cara se te quitan las ganas de poner cara de recién levantado cuando intentas ver algo en la oscuridad tras los focos.
Y después del concierto lo que me gusta es sentirme como parte del público, odio que me vengan a saludar y felicitarme, me dan ganas de desaparecer, yo he hecho mi trabajo y lo que espero es que ellos hayan hecho lo que les toca, divertirse.