Al final, todo se resume en una evolución negativa. Probablemente podríamos calificarla como regresión tecnológica.
A los 15 años, todos hemos empezado con una guitarra de cumpleaños y un cassette Phillips. No es un multipistas pero nuestra ilusión suple todas las carencias.
Luego, en la madurez, llega una etapa reproductora en la que se abandona la música.
A continuación, más mayores, vienen las pelas y la nostalgia. Aquí es donde empezamos a comprar aparatos y más aparatos. En cada compra nos intentamos convencer de que éste último es el que va a marcar un hito de inflexión en nuestra carrera. A partir de ahora es cuando realmente vamos a hacer la música perfecta (Mezcla definitiva y tema perfecto de FM y CM).
La amarga realidad es comprobar que la magia que se respiraba en los tiempos de aquella guitarra de cumpleaños y el cassette Phillips nunca más volverá.
No obstante, queda muy bonito ver el rack lleno de cacharros inútiles, pero con muchas lucecitas.... sobre todo cuando se apaga la luz....
A los 15 años, todos hemos empezado con una guitarra de cumpleaños y un cassette Phillips. No es un multipistas pero nuestra ilusión suple todas las carencias.
Luego, en la madurez, llega una etapa reproductora en la que se abandona la música.
A continuación, más mayores, vienen las pelas y la nostalgia. Aquí es donde empezamos a comprar aparatos y más aparatos. En cada compra nos intentamos convencer de que éste último es el que va a marcar un hito de inflexión en nuestra carrera. A partir de ahora es cuando realmente vamos a hacer la música perfecta (Mezcla definitiva y tema perfecto de FM y CM).
La amarga realidad es comprobar que la magia que se respiraba en los tiempos de aquella guitarra de cumpleaños y el cassette Phillips nunca más volverá.
No obstante, queda muy bonito ver el rack lleno de cacharros inútiles, pero con muchas lucecitas.... sobre todo cuando se apaga la luz....
