Una tele de calidad es una tele que no ve ni dios.
El verdadero servicio público de la tele está en hacer compañía y distraer a los abuelos. Hay que poner mucho colorín, charleta, consejos de salud, programas nostálgicos, informativos tranquilizadores y alguna que otra jamona. Y prou.
El verdadero servicio público de la tele está en hacer compañía y distraer a los abuelos. Hay que poner mucho colorín, charleta, consejos de salud, programas nostálgicos, informativos tranquilizadores y alguna que otra jamona. Y prou.

