La importancia de un teclado contrapesado
Introducción
Hoy me gustaría ahondar un poco más en este tema, siempre desde mi propia experiencia y aclarando de nuevo que no soy pianista. Otros compañeros tendrán mucho más qué decir al respecto y con mayor conocimiento.
Mi primer piano, con 14 años, fue un acústico vertical de 85 teclas de la marca W.H. Barnes. Llegó a mis manos en bastante mal estado, incluyendo la mecánica. Tras un largo proceso de restauración mejoró bastante. Recuerdo incluso que muchas de las bridas se desintegraban literalmente por los años de uso (perteneció a un compositor inglés y su viuda necesitaba deshacerse de él) y las cambié por unas que hice con cinta elástica de costura y terminales eléctricos para atornillar

. Mi prima, que por aquel entonces estudiaba piano, al probarlo se dio cuenta inmediatamente de que el piano estaba muy machacado y la acción era mala. Siendo un piano bastante mediocre, incluso en su mejor estado posible, me sirvió para aprender tanto en lo musical como en lo técnico, así que a pesar de todo lo considero una buena referencia.
Durante los años siguientes en lugar de piano tuve varios teclados. En 2010 compré un piano digital Kawai CN32 que es el uso a día de hoy, y con el que estoy muy contento. En su momento era un instrumento de gama media, pero por ahora no siento la necesidad de cambiar y creo que pasará mucho tiempo antes de que se me quede corto. Conozco muy bien este teclado y me resulta muy agradable, así que es mi principal referencia.
El resto de mis teclados actuales: Yamaha MOX6 (workstation), Yamaha PSR-E413 (arranger) y Alesis QX49 (controlador).
¿Puede un buen teclado hacer sonar mejor un piano virtual?
Sí y no.
No porque no altera la calidad del software en sí.
Sí porque permitirá sacarle mayor partido, y en el peor de los casos, aunque podamos hacer lo mismo con otros controladores menos adecuados, lo haremos con mayor precisión y control con un buen teclado contrapesado, lo cual, en mi opinión, mejora la experiencia y eso debería reflejarse en la interpretación.
Dándole la vuelta a la pregunta, un controlador inadecuado disminuirá la calidad del resultado (no del software, por supuesto).
Volviendo a mi experiencia voy a centrarme en el MOX6. Incluye el piano Yamaha CFIII (ahora no recuerdo si es el modelo S). Nunca me convenció tocándolo directamente desde el teclado del MOX, especialmente los tonos medios. Hace poco conecté la salida MIDI del Kawai CN32 a la entrada del MOX, y las salidas de línea de éste a las entradas del Kawai, para que suene a través de sus altavoces. No sé cómo no lo hice antes, ha sido como tener un piano completamente distinto. La respuesta ha mejorado una barbaridad y percibo muchos matices de manera natural que antes tenia que forzar.
Esto mismo se aplica a los pianos que tengo en el iPad y en mis ordenadores.
No considero que los teclados de mi MOX y PSR-E413 sean malos, de hecho me gustan bastante, pero no son ideales para tocar el piano. El Alesis se ha convertido en una fuente de frustración cuando se trata de pianos, actualmente no lo recomiendo en absoluto para este fin.
Una última reflexión
Esto es algo que me ha llamado la atención desde hace bastante tiempo: creo que la acción de muchos teclados domésticos es superior a la de muchísimos controladores, y tampoco creo que pueda justificarse con el precio. Cualquiera que esté al día de los productos que van saliendo sabe que hay casos en los que el teclado parece justificar la diferencia de precio y objetivamente no es así.
¿Cómo se justifica la diferencia de 500 € entre un MOX6 y 8 que difieren únicamente en el teclado, cuando un Yamaha P-45 con el mismo teclado no llega a 400 €? (me centro en el MOX porque es el caso que conozco a la perfección).
¡Feliz 2017 para todos!