Hace aproximadamente un año y medio mi actividad en la composición musical se convirtió en algo más que una afición, y pasó a ser una fuente de ingresos. Esta nueva condición no planteó, en un primer momento, un cambio de equipo urgente. Sin embargo, mi pobre MacBook Core 2 Dúo de finales de 2007 empezaba a quedarse un poco pequeño. En junio de este año 2012 decidí dejar el portátil para tareas ofimáticas, internet y contabilidad, e invertir un buen dinero en una estación de trabajo capaz de soportar los proyectos más exigentes.
En este hilo no pretendo dar consejos sobre cómo montar y configurar una estación de trabajo, porque se ha hablado ya de eso (aunque, por lo que he viso y leído por aquí, casi todo se limita a ordenadores montados con componentes de consumo). Sólo pretendo mostrar mi experiencia personal, mis criterios para elegir unos componentes concretos y no otros, mis impresiones sobre el rendimiento y la calidad de dichos componentes, y mi impresión general sobre las ventajas del producto final. No soy un experto en informática, sólo un músico profesional que tontea con la tecnología y le gusta hacer encajar las piezas de su puzle informático. No estoy en condiciones de ofrecer un tutorial, sólo quiero compartir mi experiencia con vosotros y, por qué no, recibir consejo de los verdaderos expertos sobre los elementos que son mejorables.
Antes de nada, vamos a pasar por alto el hecho de que haya dejado a un lado la plataforma de la manzana. No quisiera tener que explicar mis motivos, más que nada por evitar las típicas polémicas estériles sobre el particular. No pretendo que el hilo se vuelva (porque al final es casi inevitable) en una batalla campal.
Procesadores
Para comenzar, y partiendo de un presupuesto de alrededor de 3000 euros (que ya da para hacerse un PC más que respetable), había que decidir qué procesador llevaría. Aunque las opciones “de consumo” eran tentadoras, quería una máquina fiable y capaz de aguantar muchas horas de trabajo intensivo. Un amigo fotógrafo y videógrafo con el que suelo colaborar a menudo me enseño su estación de trabajo basada en dos Xeon X5460 y me quedé muy sorprendido del rendimiento y la estabilidad de aquella máquina. Así que deseché las opciones convencionales y me decidí por una configuración dual. Los nuevos Intel Xeon E5 acababan de salir al mercado, así que me lié la manta a la cabeza y compré dos Xeon E5-2620, 2Ghz, 15MB de caché, seis núcleos cada uno.
Placa base
Encontrar una placa base capaz de alojar dos Xeon E5 no era fácil. Había cuatro o cinco marcas que fabricaban estas placas, y la que más me convenció fue la ASUS Z9PE-D8WS, pensada para estaciones de trabajo. Me gustaron sus 14 conectores SATA (3 y 6) controlados por un chipset Intel C602 que permitía varias configuraciones RAID. PCIe 3, herramientas de autodiagnóstico, USB 3.0, y capacidad para 256 GB de memoria registrada o 64 GB de memoria no registrada.
Memoria RAM
Respecto de la RAM, elegí unas memorias Kingston Value Ram DDR3 ECC con corrección de fallos. En concreto fueron 16 GB, que para la mayoría de proyectos es suficiente. Aún así me quedan todavía cuatro slots libres para futuras ampliaciones.
Tarjeta gráfica
Como una buena parte de mi trabajo es composición musical para medios audiovisuales, quería comprar una tarjeta gráfica que, sin ser una Nvidia Quadro, pudiese mover vídeo con cierta soltura. Tenía claro que usaría Cubase, así que me preocupé de que fuese una tarjeta a la que Cubase pudiera dejar el peso de los vídeos para que las CPUs quedaran en exclusiva para el audio. Me decidí por una ASUS con un chip Nvidia Geforce GT 640, 2GB de memoria DDR3. No es un “pepino” pero cumple su función bastante bien.
Caja y refrigeración
La caja y la ventilación son dos elementos clave cuando se trata de una estación para audio. Y encontrar un chasis en el cual encajar una placa de factor EEB (12x13 pulgadas) limita mucho más la elección del modelo de caja. La Corsair Obsidian tenía una pinta fantástica, pero me parecía demasiado cara, al igual que la mayoría de las Lian-Li. Me decidí por una Fractal Design Define XL, negra, de diseño muy lineal y forrada con elementos acústicos en el interior. Sólida como una roca, la Define XL es enorme y pesada, tiene capacidad para diez discos duros, una fuente de alimentación de hasta 20 centímetros y una placa base grande. Aun así tuve que agujerear el chasis para poder atornillar la placa convenientemente, porque le faltaban dos agujeros típicos del factor EEB. La caja venía con tres ventiladores, uno de ellos de 18 cm de diámetro, que gira despacio para mover una gran cantidad de aire sin hacer demasiado ruido. Los otros dos, de 14 cm, refrigeran los discos duros y ayudan a mover el aire desde el frontal hasta la parte trasera de la caja. Todos ellos son muy silenciosos. Existe la posibilidad de añadir otros tres ventiladores si el usuario lo desea, pero considero que la temperatura general del sistema está correcta y no es cuestión de aumentar el ruido si no es necesario. La caja permite llevar el cableado por detrás de la placa, con lo que facilita el flujo de aire.
Las dos CPUs están refrigeradas por sendos disipadores Dynatron R17, que llevan un ventilador silencioso cada uno. Están pensados para encajar exclusivamente en el socket LGA2011, y están pensados para esta gama de procesadores Xeon. En conjunto el sistema es bastante silencioso aunque, claro está, siete ventiladores (incluyo el de la tarjeta gráfica y el de la fuente de alimentación) funcionando al mismo tiempo hacen un ruido perceptible, si bien no es molesto en absoluto y se puede uno pasar muchas horas trabajando sin sentir fatiga.
Fuente de alimentación
En el momento de elegir una fuente de alimentación me decidí por una LEPA B850, segunda marca del grupo ENERMAX. 850W es, por ahora, suficiente para mi equipo, teniendo en cuenta que no uso tarjetas gráficas bestiales (y sólo uso una) considero que es bastante. Es una fuente modular y me permite mantener al mínimo los cables dentro de la caja, lo cual también es de agradecer.
Almacenamiento
En lo referente al almacenamiento, quise montar una configuración que me permitiese obtener un alto rendimiento y una cierta seguridad ante fallos. Compré cuatro discos duros Seagate Barracuda de 500 GB y 7200 revoluciones, y un SSD de 128 GB OCZ Agility. De tal manera que dos HD Seagate están configurados en RAID 0 y albergan el sistema operativo y las aplicaciones (Cubase, instrumentos y plugins Komplete, plugins Waves Native Power, etc), otros dos HD Seagate forman un RAID 1 pensado para almacenar las carpetas de proyectos y los bounces que voy haciendo, de modo que están duplicados para evitar pérdidas serias si un disco se estropease. Cuando tu trabajo depende de esos datos, mejor asegurarse. El SSD, por su parte, contiene exclusivamente las librerías de Kontakt, y Battery, de modo que se cargan excepcionalmente rápido cuando las necesito.
Sistema Operativo
Un pequeño comentario sobre el Sistema Operativo. Windows 7 no me ha dado el más mínimo problema desde que lo tengo. Eso sí, si alguien monta una configuración con dos CPUs, que no haga el panoli como yo. Comprad la versión Professional, porque la Home Premium no reconoce las dos CPUs, está pensado para equipos domésticos con un único procesador.
Conclusión
Puede que mi equipo convenza más o menos, y habrá quien defienda una postura en contra. A mí me tiene muy satisfecho de momento, y no cabe duda de que su potencia me permitirá trabajar unos años sin problemas. Por ahora la he “puteado” de todas las maneras posibles y nunca he visto pasar el nivel de CPU de Windows 7 por encima del 18-20%. Si recodifico un vídeo, ahí se disparan hasta el 70%. Pero como esa no es mi liga…
Espero que mis comentarios hayan servido de utilidad a alguien o al menos lo hayan entretenido un rato. Cualquier comentario sobre mi configuración será bienvenido, todo lo que sea para mejorar se agradecerá mucho.
Un abrazo a todos.
En este hilo no pretendo dar consejos sobre cómo montar y configurar una estación de trabajo, porque se ha hablado ya de eso (aunque, por lo que he viso y leído por aquí, casi todo se limita a ordenadores montados con componentes de consumo). Sólo pretendo mostrar mi experiencia personal, mis criterios para elegir unos componentes concretos y no otros, mis impresiones sobre el rendimiento y la calidad de dichos componentes, y mi impresión general sobre las ventajas del producto final. No soy un experto en informática, sólo un músico profesional que tontea con la tecnología y le gusta hacer encajar las piezas de su puzle informático. No estoy en condiciones de ofrecer un tutorial, sólo quiero compartir mi experiencia con vosotros y, por qué no, recibir consejo de los verdaderos expertos sobre los elementos que son mejorables.
Antes de nada, vamos a pasar por alto el hecho de que haya dejado a un lado la plataforma de la manzana. No quisiera tener que explicar mis motivos, más que nada por evitar las típicas polémicas estériles sobre el particular. No pretendo que el hilo se vuelva (porque al final es casi inevitable) en una batalla campal.
Procesadores
Para comenzar, y partiendo de un presupuesto de alrededor de 3000 euros (que ya da para hacerse un PC más que respetable), había que decidir qué procesador llevaría. Aunque las opciones “de consumo” eran tentadoras, quería una máquina fiable y capaz de aguantar muchas horas de trabajo intensivo. Un amigo fotógrafo y videógrafo con el que suelo colaborar a menudo me enseño su estación de trabajo basada en dos Xeon X5460 y me quedé muy sorprendido del rendimiento y la estabilidad de aquella máquina. Así que deseché las opciones convencionales y me decidí por una configuración dual. Los nuevos Intel Xeon E5 acababan de salir al mercado, así que me lié la manta a la cabeza y compré dos Xeon E5-2620, 2Ghz, 15MB de caché, seis núcleos cada uno.
Placa base
Encontrar una placa base capaz de alojar dos Xeon E5 no era fácil. Había cuatro o cinco marcas que fabricaban estas placas, y la que más me convenció fue la ASUS Z9PE-D8WS, pensada para estaciones de trabajo. Me gustaron sus 14 conectores SATA (3 y 6) controlados por un chipset Intel C602 que permitía varias configuraciones RAID. PCIe 3, herramientas de autodiagnóstico, USB 3.0, y capacidad para 256 GB de memoria registrada o 64 GB de memoria no registrada.
Memoria RAM
Respecto de la RAM, elegí unas memorias Kingston Value Ram DDR3 ECC con corrección de fallos. En concreto fueron 16 GB, que para la mayoría de proyectos es suficiente. Aún así me quedan todavía cuatro slots libres para futuras ampliaciones.
Tarjeta gráfica
Como una buena parte de mi trabajo es composición musical para medios audiovisuales, quería comprar una tarjeta gráfica que, sin ser una Nvidia Quadro, pudiese mover vídeo con cierta soltura. Tenía claro que usaría Cubase, así que me preocupé de que fuese una tarjeta a la que Cubase pudiera dejar el peso de los vídeos para que las CPUs quedaran en exclusiva para el audio. Me decidí por una ASUS con un chip Nvidia Geforce GT 640, 2GB de memoria DDR3. No es un “pepino” pero cumple su función bastante bien.
Caja y refrigeración
La caja y la ventilación son dos elementos clave cuando se trata de una estación para audio. Y encontrar un chasis en el cual encajar una placa de factor EEB (12x13 pulgadas) limita mucho más la elección del modelo de caja. La Corsair Obsidian tenía una pinta fantástica, pero me parecía demasiado cara, al igual que la mayoría de las Lian-Li. Me decidí por una Fractal Design Define XL, negra, de diseño muy lineal y forrada con elementos acústicos en el interior. Sólida como una roca, la Define XL es enorme y pesada, tiene capacidad para diez discos duros, una fuente de alimentación de hasta 20 centímetros y una placa base grande. Aun así tuve que agujerear el chasis para poder atornillar la placa convenientemente, porque le faltaban dos agujeros típicos del factor EEB. La caja venía con tres ventiladores, uno de ellos de 18 cm de diámetro, que gira despacio para mover una gran cantidad de aire sin hacer demasiado ruido. Los otros dos, de 14 cm, refrigeran los discos duros y ayudan a mover el aire desde el frontal hasta la parte trasera de la caja. Todos ellos son muy silenciosos. Existe la posibilidad de añadir otros tres ventiladores si el usuario lo desea, pero considero que la temperatura general del sistema está correcta y no es cuestión de aumentar el ruido si no es necesario. La caja permite llevar el cableado por detrás de la placa, con lo que facilita el flujo de aire.
Las dos CPUs están refrigeradas por sendos disipadores Dynatron R17, que llevan un ventilador silencioso cada uno. Están pensados para encajar exclusivamente en el socket LGA2011, y están pensados para esta gama de procesadores Xeon. En conjunto el sistema es bastante silencioso aunque, claro está, siete ventiladores (incluyo el de la tarjeta gráfica y el de la fuente de alimentación) funcionando al mismo tiempo hacen un ruido perceptible, si bien no es molesto en absoluto y se puede uno pasar muchas horas trabajando sin sentir fatiga.
Fuente de alimentación
En el momento de elegir una fuente de alimentación me decidí por una LEPA B850, segunda marca del grupo ENERMAX. 850W es, por ahora, suficiente para mi equipo, teniendo en cuenta que no uso tarjetas gráficas bestiales (y sólo uso una) considero que es bastante. Es una fuente modular y me permite mantener al mínimo los cables dentro de la caja, lo cual también es de agradecer.
Almacenamiento
En lo referente al almacenamiento, quise montar una configuración que me permitiese obtener un alto rendimiento y una cierta seguridad ante fallos. Compré cuatro discos duros Seagate Barracuda de 500 GB y 7200 revoluciones, y un SSD de 128 GB OCZ Agility. De tal manera que dos HD Seagate están configurados en RAID 0 y albergan el sistema operativo y las aplicaciones (Cubase, instrumentos y plugins Komplete, plugins Waves Native Power, etc), otros dos HD Seagate forman un RAID 1 pensado para almacenar las carpetas de proyectos y los bounces que voy haciendo, de modo que están duplicados para evitar pérdidas serias si un disco se estropease. Cuando tu trabajo depende de esos datos, mejor asegurarse. El SSD, por su parte, contiene exclusivamente las librerías de Kontakt, y Battery, de modo que se cargan excepcionalmente rápido cuando las necesito.
Sistema Operativo
Un pequeño comentario sobre el Sistema Operativo. Windows 7 no me ha dado el más mínimo problema desde que lo tengo. Eso sí, si alguien monta una configuración con dos CPUs, que no haga el panoli como yo. Comprad la versión Professional, porque la Home Premium no reconoce las dos CPUs, está pensado para equipos domésticos con un único procesador.
Conclusión
Puede que mi equipo convenza más o menos, y habrá quien defienda una postura en contra. A mí me tiene muy satisfecho de momento, y no cabe duda de que su potencia me permitirá trabajar unos años sin problemas. Por ahora la he “puteado” de todas las maneras posibles y nunca he visto pasar el nivel de CPU de Windows 7 por encima del 18-20%. Si recodifico un vídeo, ahí se disparan hasta el 70%. Pero como esa no es mi liga…
Espero que mis comentarios hayan servido de utilidad a alguien o al menos lo hayan entretenido un rato. Cualquier comentario sobre mi configuración será bienvenido, todo lo que sea para mejorar se agradecerá mucho.
Un abrazo a todos.
