Yo que estudié toda mi vida en euskera tuve que sacarme un título para acreditar que dominaba la lengua. Bastante difícil el examen, por cierto. Es curioso porque yo entonces también me sentí extranjero en mi propia tierra. Afortunadamente eso ha cambiado este año, ahora quien haya estudiado en ese idioma está exento de presentar dicho título. Pese a todo estoy bastante satisfecho con el nivel de inglés que alcancé en la escuela e incluso me dio el punto de estudiar italiano que no me servirá para mucho pero lo hice por gusto.
Fascista o no a mí me gustaría no tener que ser yo el que la mitad de las veces tiene que cambiar de lengua cuando me tengo que comunicar con un empleado público. En el centro de salud de mi barrio, por ejemplo, no en uno de Japón. Decir que es más útil aprender japonés que catalán en Cataluña tiene mucho de política y poco de ética. La política es la gestión del poder, el cuál también se manifiesta en forma de "utilidad", "eficiencia" y "progreso". Esa supuesta anti-política es ya una vieja conocida, y a mí me aterroriza.
Fascista o no a mí me gustaría no tener que ser yo el que la mitad de las veces tiene que cambiar de lengua cuando me tengo que comunicar con un empleado público. En el centro de salud de mi barrio, por ejemplo, no en uno de Japón. Decir que es más útil aprender japonés que catalán en Cataluña tiene mucho de política y poco de ética. La política es la gestión del poder, el cuál también se manifiesta en forma de "utilidad", "eficiencia" y "progreso". Esa supuesta anti-política es ya una vieja conocida, y a mí me aterroriza.


