Ben Sims fue una de las figuras más influyentes en mi visión del universo dj. Ya llovió desde aquella magnífica sesión en
Joy Slava (A Coruña, 1999), donde lo conocí. La privilegiada posición visual donde me encontraba, me permitió disfrutar de todo un compendio de técnicas novedosas para mi, como son el "back spin", los contrabombos, o esos característicos fadeos, siguiendo el compás.
Sobre todo me fascinó la soltura con la que empleaba el crossfader, generando así unos cortes eficazmente veloces. Estaba claro: cuando veías danzar esa coleta, estando su mirada posicionada desde arriba, junto a una serie de movimientos al ritmo, y una leve sonrisa de complicidad, podías echarte a temblar.
Ben Sims la estaba liando y tú sólo tenías la opción de bailar y flipar al mismo tiempo.
Su
Hardgroove no tenía igual. Ya fuese con sus propias producciones, o con los pelotazos del sueco #SamuelLSession, de los ingleses
James Ruskin,
Surgeon,
Regis,
Oliver Ho,
Luke Slater, o de los americanos
Blake Baxter,
DJFUNK o
UNDERGROUND RESISTANCE, sus sesiones eran un culto a la profesionalidad y a la técnica.
La primera vez, siempre se te queda bien grabada. Grandes sesiones de
Ben Sims sucedieron con el paso de los años. "Hypertension" ya habita entre el olimpo de exquisitas selecciones musicales
Techno. El único "pero" personal que le pongo, fue su contribución a cierto tribaleo que nunca me agradó, del que supo salir y evolucionar, como gran artista que es, hasta el punto de ser, en
2021, uno de los mejores mezcladores de todo el mundo, con un discurso actual pleno de pasión y buen hacer.
(Esta noche, a las
21:00 horas, toca verbena
Hardgroove):
