Que conste que soy gran admirador de Jean Michel Jarre desde siempre. Sus conciertos son impresionantes. El sonido, el despliegue técnico, las luces, los fuegos artificiales, etc.
Sin embargo, siempre que he visto sus directos algo me ha llamado enormemente la atención: ¡qué extraña sensación ver a alguien sin cantar poniendo los gestos que mejor puede el hombre y que, en muchas ocasiones son harto... ridículos: sonrisita cómplice, movimiento de cabeza arriba-abajo, apretón de dientes.
Pero es que claro, tocar con tu teclado-guitarra una melodía como la de Oxigene, más o menos lenta y facilona, si cabe, ingenua, mirando cara al público..¿qué cara pones? Para alguien que no lo conozca..parecería un cantante que se ha olvidado de la letra y está ahí, poniendo caritas para disimular.
En fin, una reflexión sin más. ¡¡¡Arriba Jean Michel!!!
Sin embargo, siempre que he visto sus directos algo me ha llamado enormemente la atención: ¡qué extraña sensación ver a alguien sin cantar poniendo los gestos que mejor puede el hombre y que, en muchas ocasiones son harto... ridículos: sonrisita cómplice, movimiento de cabeza arriba-abajo, apretón de dientes.
Pero es que claro, tocar con tu teclado-guitarra una melodía como la de Oxigene, más o menos lenta y facilona, si cabe, ingenua, mirando cara al público..¿qué cara pones? Para alguien que no lo conozca..parecería un cantante que se ha olvidado de la letra y está ahí, poniendo caritas para disimular.

En fin, una reflexión sin más. ¡¡¡Arriba Jean Michel!!!
