Yo pienso que Crazy00 tiene razón, es cuestión de matemática muy simple, cojamos un ejemplo sencillito para no complicar las cosas, un compás de 4/4 y negras, para poner la primera negra tienes 7 notas a elegir, para la segunda otras 7 y así, en total para las cuatro partes del compás tienes: 7 + 7 + 7 + 7 = 28 posibilidades de crear un compás de 4/4 usando sólo notas negras y sin alteraciones, en 300 o 400 años hay tiempo para que salgan a relucir esas 28 posibilidades. Si trasladamos ese ejmplo a la vida real, nos sale que en ese compás podemos meter además blancas, redondas, corcheas, y además las alteraciones, eso lo único que hace es complicar un poco los cálculos (bueno, un poco no, bastante) y por tanto elevar el número de posibilidades, en vez de 28, poned 28.000, es el mismo caso, en tantos siglos hay tiempo para que se inventen todas esas posibilidades. Si ese número lo multiplicamos por los 300 o 400 compases que puede tener una canción nos acabará saliendo un número, muy grande sí, pero un número, y ese número es la cantidad de canciones que pueden escribirse, muchas, de acuerdo, pero un número finito. Las cuentas son así te contundentes.
La soulción a esta situación, desde mi punto de vista y sin ánimo de resultar plasta, pasa por el uso de sonidos sin afinación, osea pasar de las notas, si ellas son las que nos limitan, pues dejemos de usarlas, ya sea el sonido de una lavadora, un sonido sintético creado con un sintetizador o el canto de un pájaro, sonidos que te digan algo, con que haya una persona que sienta algo escuchándolo ya será música, al menos para mí. Ahora mismo nos cuesta trabajo entender el sonido de un microondas como música, es lógico, cuando Picasso pintó 'Las señoritas de Avignon', sus coetáneos tampoco veían ahí un cuadro, veían garabatos, tenemos ya el oído y la mente echa a un tipo de música muy concreto y nos cuesta levantar la cabeza y ver qué hay más allá, de hecho es muy probable que nosotros no terminemos de levantarla nunca, porque tenemos ya nuestros gustos definidos, seguramente serán futuras generaciones las que paulatinamente irán evolucionando, y lo mismo que hoy sabemos disfrutar de la pintura de Picasso, dentro de 100 años a lo mejor empiezan a valorar ese otro tipo de música, a John Cage por ejemplo.
Saludos.
La soulción a esta situación, desde mi punto de vista y sin ánimo de resultar plasta, pasa por el uso de sonidos sin afinación, osea pasar de las notas, si ellas son las que nos limitan, pues dejemos de usarlas, ya sea el sonido de una lavadora, un sonido sintético creado con un sintetizador o el canto de un pájaro, sonidos que te digan algo, con que haya una persona que sienta algo escuchándolo ya será música, al menos para mí. Ahora mismo nos cuesta trabajo entender el sonido de un microondas como música, es lógico, cuando Picasso pintó 'Las señoritas de Avignon', sus coetáneos tampoco veían ahí un cuadro, veían garabatos, tenemos ya el oído y la mente echa a un tipo de música muy concreto y nos cuesta levantar la cabeza y ver qué hay más allá, de hecho es muy probable que nosotros no terminemos de levantarla nunca, porque tenemos ya nuestros gustos definidos, seguramente serán futuras generaciones las que paulatinamente irán evolucionando, y lo mismo que hoy sabemos disfrutar de la pintura de Picasso, dentro de 100 años a lo mejor empiezan a valorar ese otro tipo de música, a John Cage por ejemplo.
Saludos.
