Comprueba que el agujero central de los vinilos no sea demasiado grande. En caso de ser así, enrolla en el borne del plato un trozo de papel o de cinta adhesiva hasta que queden los vinilos ajustados.
Por otro lado, también puede ser que los vinilos hayan estado mal guardados y estén doblados, prueba a desdoblarlos con las manos (con cuidado de no partirlos); si ves que esto no es efectivo, dejalos una noche o así con algún peso encima. Asegúrate de que el peso queda distribuido de forma equivalente por todo el disco.
Espero que te sirva de ayuda.