guitarra escribió:
Por supuesto que es conveniente que el autor, siempre y cuando sea un profesional, y no un soplapollas, tenga derecho a vivir de su trabajo y de su obra, pero desarrollando un sistema basado en la revolución tecnológica que permita a la gente libremente, poder tener acceso a una oferta de musica de caracter mundial, con un control de calidad ,SI, Control de Calidad, "como en el salchichon" en forma quizas de entramados de webs especializadas que mantengan un "listado actualizado" de musicos de cualquier estilo, siendo la aparicion en este tipo de foros una especie de ISO9002, que filtre a todas estas hordas de impostores, sinverguenzas, farsantes y demas escoria que de manera tan destructora tienen estrangulado el panorama musical actual.
Profesional, control de calidad, listado actualizado de músicos, filtros...
Hasta cierto punto, tienes razón, guitarra. Por ejemplo, para ejercer la Medicina se exige una cierta titulación (lo que no asegura que se cuele algún incompetente), al igual que para ser electricista, arquitecto, instalador de gas, etc. Y, gracias a eso, se supone que va a haber unas ciertas garantías en la calidad del trabajo.
El problema está en
cómo se legisla eso cuando hablamos de un arte.
Formación
- ¿Pedimos estudios musicales?
En ese caso, muchos de los que critican se tendrían que salir del mundo de la música, ponerse a estudiar o bien ejercerla de forma "ilegal".
Criterios de calidad
¿En base a qué criterios merecería un autor poder vivir de sus obras?
¿La complejidad técnica? Volveríamos entonces a esa época Verista con pasajes complicadísimos de interpretar aunque la parte emocional no fuera relevante.
¿La originalidad? Quizá ahí la idea que planteó Bitelchus de utilizar un programa informático que controlara todas las variables musicales posibles (rítmicas, melódicas, armónicas, tímbricas, formales...) tuviera sentido. Lo que pasa es que eso, bajo mi punto de vista, no garantiza nada artístico, aunque sí original. Además, ¿sería original alguien que utiliza una pandereta? ¿Y la voz? ¿Y un piano? ¿Cómo entenderíamos el arte? ¿Un intento de "hay que hacer algo diferente", de "hacer algo bello", de "buscar emocionar, alterar, imaginar, seducir"?
¿La calidad de la grabación en sí? Según eso, las obras son el medio y no el fondo. Es decir, pasados una serie de años en los que mejorasen las técnicas de grabación, microfonía, muestreo, etc, las obras actuales perderían calidad...
¿El éxito de público? Hay mucho público que no exige nada de la música, es un simple entretenimiento. Escuchan una canción con la misma actitud que se compran un jersey. Y sus criterios para que les guste o no, no son los mismos que los tuyos o los míos.
Pero eso nos pasa a tí, a mí y a todos con otras cosas. En el acto de observar una rosa, ¿somos igual que un botánico? Yo me quedo en un plano estético: es bonita, huele bien. Y probablemente me pasen desapercibidos muchos matices que, aparte de los estéticos, hacen de esa rosa un ser maravilloso. Pero estoy seguro que un botánico disfruta mucho más de otras plantas que de esa rosa porque conoce otros muchos matices que la rosa no tiene. Entonces, ¿nos cargamos las rosas porque es la flor que más valora la mayoría de la gente?
"¿Qué vale más un teatro vacío de inteligentes o lleno de estúpidos?"
Evaluación del resultado
¿Habría que evaluar el resultado y, si no es satisfactorio, se le quitaría la autorización para hacer música? ¿Tendríamos una especie de "carnet por puntos" para hacer música?
En ese caso, muchos compositores que tuvieron sonados fracasos de público no deberían haber compuesto nunca más, privándonos de sus mejores obras.
Vamos, que te entiendo perfectamente, pero ¿cómo se lleva eso a la práctica?