Es un fenómeno de sobra conocido, que los muebles y las baldosas de cocina se fabrican con materiales especiales que tienen la facultad de acelerar y amplificar toda la música procedente del exterior, sobretodo de las habitaciones.
Eso causa que las madres siempre crean que la música que uno escucha en su habitación está demasiado alta y es demasiado acelerada.
Como yo no tengo madre desde que era pequeño, nunca he padecido ese problema, pero tengo la teoría de que ese material, que la NASA mantiene en secreto por intereses comerciales, tiene el efecto contrario cuando el sonido viaja desde la cocina hasta las habitaciones adyacentes, dando la impresión de sonar más relajado y a menor volumen.
Si tienes madre y vives con ella, (no creo porque no te harías tú los macarrones) prueba a cambiar la cocina a la sala en la que está el estudio, y viceversa, pero ponle a la nueva cocina azulejos de baño y muebles de comedor adaptados y verás como puedes escuchar hardcore a toda pastilla mientras en la cocina creen que tienes new age. Hasta puedes hacer fiestas y usar la cocina como "Chill Out" sin necesidad de tener dos sets distintos.
Me voy a tomar la medicación, que ya desvarío demasiado