El "disco" es un concepto comercial, un producto a la venta, como un calcetín o una moto. A veces hay arte en los discos y a veces no. El disco ha durado mucho tiempo, y todos hemos llegado a relacionar disco-musica-cultura, por eso ahora nos sueltan los pajaritos en la cabeza: ¡terminar con el disco es terminar con la cultura! Nada de eso: terminar con el disco es terminar con un modelo de negocio, con un producto. Fue un negocio que tuvo su historia, sus momentos dorados, y su ocaso con la llegada de la copia digital. Como todos los negocios. Y al igual que los vendedores de caballos y carruajes con la llegada del coche, se resisten a desaparecer.
En esto tenemos mucha parte todos los que hacemos musica: el mito del disco, de verse en las estanterías, de vender copias... Puede tener aun sentido en ciertos escenarios, no digo que no (p.e. el CD Hispasonicos como reto promocional), pero ya no es negocio con todas las letras.
Y si no es negocio el disco, ¿cómo estirar la cuerda al máximo antes de morir? Pues la agonía se llama entidades de gestión y cobrar derechos de autor hasta por silbar...
En esto tenemos mucha parte todos los que hacemos musica: el mito del disco, de verse en las estanterías, de vender copias... Puede tener aun sentido en ciertos escenarios, no digo que no (p.e. el CD Hispasonicos como reto promocional), pero ya no es negocio con todas las letras.
Y si no es negocio el disco, ¿cómo estirar la cuerda al máximo antes de morir? Pues la agonía se llama entidades de gestión y cobrar derechos de autor hasta por silbar...
