barelman @ 23 Mar 2007 - 09:08 PM escribió:
hola, yo aun no me he puesto a comprobar si tengo o no oido absoluto, es algo q no me preocupa, y no lo digo por despreciar esa habilidad ni mucho menos, respeto profundamente a las personas q tienen oido absoluto y lo q voy a decir a continuacion no es con animo de quitarle merito, pero esque hasta ahora nadie me ha dado una razón por la q tener oido absoluto sirva para algo mas q para, por ejemplo, afinar un instrumento sin necesidad de diapason, es simplemente memoria auditiva de las frecuencias en las q se mueven nuestras notas musicales, aunque...., un momento, se me ocurre otra utilidad, supongo q si tenemos odido absoluto es posible q para determinados sonidos no necesitariamos un analizador de espectro no?, bueno ahi queda eso, haber q pensais, un saludo a todos.
Yo rara vez he fallado en adivinar una nota al instante. Pero cuando era pequeño fallaba más fácilmente 4 o 5 a la vez. Y si son atonales es más difícil, y si estan desafinadas ya era y me es dificilísimo.
Empecé a estudiar música a los 4 años. Al tener un gran oído (seguramente absoluto o cercano) cada vez me era más fácil analizar la música clásica que oía y lo sacaba todo al piano con facilidad, pero CADA VEZ MÁS.
Lo más simple me empezaba a aburrir y escuchaba cosas más complejas (de hecho me gustaban más). Y cada vez más...
Con esto quiero decir que mi aprendizaje fue muy rápìdo, y se lo achaco casi solo a mi oído. Al percibir todas las notas comprendía también las cadencias y los giros melódicos con más facilidad. Y cada vez aprendía más.
Para poner un ejemplo, en clases de armonía, con escuchar unos cuantos corales de Bach ya me sabía las reglas de oídas, en vez de tirar del libro y analizar, escríbía los ejercicios casi como si estuviese componiendo, ya que le daba más importancia a la estética músical. Esto a veces hacía que me saltase alguna regla pequeña, con los consiguientes cabreos de mi profesora de armonía. A mí me daba igual y la decía que así sonaba mejor y que los pequeños deslices hicieron que los músicos de entonces y siempre innovaran e hicieran verdaderas genialidades.
Este don me trajo la peor pesadilla: me aburrí de la música y lo tuve que dejar por años. Me saturaba, no disfrutaba apenas, no podía escuchar porque lo hiper-analizaba y llegó a ser insoportable.
También me pasaba lo de no dar importancia a los temas que componía. Nunca los escribí, solo improviso en el piano, o lo compongo en mi cabeza en el autobús, y luego lo abandono y pienso que puedo hacerlo mejor.
Ya desde hace bastante tiempo me he estado dedicando a investigar el sonido, la producción, la mezcla, los timbres y los ritmos... pero NO las notas. De hecho ya soy capaz de disfrutar de casi todo tipo de música, y no estar siempre pensando en la estructura horizontal y vertical.
Un saludo