La mezcla consiste en reducir el conjunto de pistas que hemos grabado previamente a una versión final estéreo (u otros formatos como surround), que será la que se distribuya mediante los soportes de consumo convencionales. Las posibilidades correctivas y creativas durante esta fase son enormes.
Vamos a abordar en tres tutoriales introductorios las generalidades de las tres fases clásicas en el registro de audio: grabación (multipista casi siempre), mezcla o producción, y masterización (mastering). Empecemos por el principio.
Aprovechamos una sala con paredes muy paralelas y poco tratadas para mostraros el fenómeno de los modos propios. Una ocasión de escuchar con mucha claridad su efecto sobre el material grabado.
Al contrario de lo que muchos novatos pueden pensar, tener un gran equipo de grabación no garantiza automáticamente un gran sonido grabado. Hace falta algo más que eso.
Cuando el procesamiento de señal va sincronizado con el pulso de la pista, todo suena mucho más fluido en la mezcla. Este principio se aplica a compresores, delays, moduladores, y especialmente a la reverb.
Recientemente, la Escuela Microfusa inauguró sus nuevas instalaciones en Madrid. Nosotros aprovechamos la ocasión para pedir algunos consejos a sus profesores: son 4 pequeñas píldoras de conocimiento útil en apenas 4 minutos de vídeo.
Las tripas profundas de las normas técnicas suelen estar hechas por y para expertos. Pero todos deberíamos entender las bases del funcionamiento de EBU R 128 y las recomendaciones sobre sonoridad. A eso va destinado este tutorial.
La utilidad de un medidor EBU R 128 no se limita al cumplimiento de los estándares exigidos por la industria audio. Son también una herramienta práctica y sencilla para valorar y corregir nuestras mezclas y masters.
Hay muchos métodos de grabación que compiten por ser la técnica estéreo definitiva, y cada uno tiene sus aspectos positivos y negativos. Uno de los que a menudo se pasan por alto y no son muy bien conocidos es el disco Jecklin.
Nos ha pasado a todos: conseguimos una mezcla que suena genial en nuestros monitores de estudio, pero cuando la reproducimos en un ordenador o en los altavoces de un móvil, el bajo desaparece. Aquí tenéis algunas nociones a considerar para que el bajo suene en casi cualquier sistema de reproducción.