MAAAD escribió:
Para mi la discusión Oldfield-Eno tiene poco sentido, pues destacan en diferentes aspectos.Oldfieldn jamás podría compararse a ningún grande de la música electrónica, como pueda ser Eno, Vangelis o Jarre.Pero hay que reconocer que en una época en la que se trataba de integrar la música electrónica con el pop y demás, ha sido uno de los artistas mas polifacéticos y su huella(sobre todo en el pop) es imposible de borrar.
Eso si, admito que el Tubular Bells es muy bueno, pero también se ha sobrevalorado mucho su obra, y tampoco es oldfield ningún gurú de la electrónica en su sentido mas rígido.
Yo no consideraría a ninguno de los cuatro un grande de la "música electrónica". Las aportaciones de Brian Eno en sus primeros tiempos fueron dos. La primera, en Roxy Music, la de desespantar a las audiencias en cuanto a llevar los monstruosos sintetizadores modulares de aquella primera época al estudio primero y al escenario después (memorable la parodia de Moloko). La segunda, ya en solitario, la de trasladar al rock progresivo el uso de técnicas de producción elevando su protagonismo al del resto de instrumentos musicales, algo que el prodigioso Brian Wilson (que incluía en la mezcla las ordenes a los músicos desde la sala de control) y los inteligentísimos Beatles (jugando con el copipegado de muestras en cintas magnéticas) ya habían explorado en el mundo del pop. "Another Green World" está bastante por encima de adonde habían llegado King Crimson y, por supuesto, el propio Oldfield. Todo esto ya lo hizo Eno mucho antes de ocurrírsele lo del ambient o de elevar el new age a la categoría de expresionismo junto con Harold Budd. Me temo que el legado de Eno para el electrónico-productor es dificilmente comparable y con seguridad intocable.
Sobre Jarre, me remito a Mario Gil cuando escribe que su único problema es que su padre era mucho mejor músico. El tema principal de la banda sonora de la película "Dr. Zhivago" por Maurice Jarre es una de las cumbres sinfónicas del siglo pasado.
Vangelis era un personaje inteligentísimo y, este sí, se despertaba, comía, follaba y dormía rodeado de sintetizadores. Bueno, y de Demis Rousso.
Oldfiel ha sido uno de esos talentos en lo de convertir su arte, si no el más elevado, sí de solvencia indiscutible, en un producto nuevo y de difusión comercial irresistible que uno se encuentra en todas las artes. Desde Dalí hasta David Delfín pasando por El Juli.