Que el CD se muera la verdad es que me trae sin cuidado. La música ha existido -y existirá- sin conocer estos medios, ni la grabación, ni las empresas asociadas a ello.
Creo que el enfoque que tenemos sobre el negocio está desfasadísimo e intentamos por todos los medios insuflarle oxígeno mientras miramos nerviosos de lado a lado esperando la señal que nos indique el camino.
A la industria de la música le ha llegado la lacra del "medianías", aquel que a golpe de taringa y emule quiere conseguir la fama y la fortuna, sin darse cuenta que su fin será el mismo que tuvo su homólogo prehistórico, sí... aquel que conseguía los mismo a golpe de tarjeta de crédito.
¿Que a la mayoría le importa un pepino mohoso la calidad de lo que consume? Es un hecho.
¿Que a mí me importa tres de esos mismos pepinos ese tipo de consumidor? Pozí.
Sigo pensando que la música es un arte, punto. Y me preocupa bien poco la "industria", las empresas, discográficas, chupópteros y demás basura asociada de la que nos hemos acostumbrado a depender, con la vana esperanza de llegar a ser algún día estrellas del rock que se ponen hasta el culo de "azúcar glass" y licor de caña en una isla desierta, felices de creerse superiores a la mediocridad de la que surgieron.
No nos confundamos, el 97% de lo que nos quieren vender no es música... es otra cosa.
Creo que el enfoque que tenemos sobre el negocio está desfasadísimo e intentamos por todos los medios insuflarle oxígeno mientras miramos nerviosos de lado a lado esperando la señal que nos indique el camino.
A la industria de la música le ha llegado la lacra del "medianías", aquel que a golpe de taringa y emule quiere conseguir la fama y la fortuna, sin darse cuenta que su fin será el mismo que tuvo su homólogo prehistórico, sí... aquel que conseguía los mismo a golpe de tarjeta de crédito.
¿Que a la mayoría le importa un pepino mohoso la calidad de lo que consume? Es un hecho.
¿Que a mí me importa tres de esos mismos pepinos ese tipo de consumidor? Pozí.
Sigo pensando que la música es un arte, punto. Y me preocupa bien poco la "industria", las empresas, discográficas, chupópteros y demás basura asociada de la que nos hemos acostumbrado a depender, con la vana esperanza de llegar a ser algún día estrellas del rock que se ponen hasta el culo de "azúcar glass" y licor de caña en una isla desierta, felices de creerse superiores a la mediocridad de la que surgieron.
No nos confundamos, el 97% de lo que nos quieren vender no es música... es otra cosa.
