Mi opinión sobre la masterización es un poco rompedora y bastante...caótica.
He leído y probado tips de masterización de todas las fuentes posibles, y la verdad es que a día de hoy no creo que trabajando con librerías sea un aspecto esencial. De hecho, la masterización nunca debería serlo más que para la comercialización (que se oiga bien en todos los dispositivos de reproducción), si algo me ha quedado claro leyendo a los profesionales es que si la mezcla no suena cojonuda, olvídate. La masterización la entiendo como un buen envoltorio para un gran regalo, pero nunca puede mejorarlo si no es bueno, sólo mejora la presentación.
Dicho esto, creo que el gran problema al que nos enfrentamos los que tiramos de orquesta virtual proviene de muchísimo más 'abajo': la grabación. Todas las librerías se graban desde demasiado cerca, con lo cual el sonido de todos los instrumentos es artificial.
Hace 10 ó 12 ya se quejaban de esto Bergersen o Maarten en Northernsounds, foro donde también se juntaban muchos creadores de librerías, por entonces primerizas. Ahora ambos son estrellas mundiales, y me jugaría algo a que opinan lo mismo. Bergersen se hizo su propia librería tipo Zimmer...
El problema principal es que todas, absolutamente todas las librerías están grabadas con los micros demasiado cerca. Y sí, tienen micrófonos room o stage, pero son micros de ambiente que recogen un montón de reverb. Y no, un sonido lejano no se parece en nada a un micro close+un micro stage. Nos da el pego, porque siempre será mejor que meter una reverb externa. Mejora, pero ni es útil ni real.
Esto tiene tres consecuencias que destrozan la mezcla y la hacen insufrible:
- Exceso de rango dinámico. ¡Como para no usar compresores!. El viejo mito de que las orquestas no se comprimen y tal. Pues bien, haced la prueba; coged cualquier librería, por ejemplo los violines. Modwheel al mínimo, y observad el rango dinámico que hay hasta el máximo. ¡Es absolutamente irreal! Un instrumento o sección, a una distancia razonable (pongamos 15m del oyente) ese mínimo no se oiría, y por supuesto el máximo quedaría amortiguadísimo por la distancia. En la vida real no existen esos violines que hacen daño al oído. Ni hablemos de metales o percusión, esas trompas que se comen a una orquesta enorme como trabajes con casos te hacen tirarlos al suelo...
Por lo que he podido comprobar, este rango dinámico puede estar entre el
doble y el triple que en una orquesta normal. Pero ¡ojo! no es el rango de la orquesta entera (que en la real es enorme también), sino el de cada instrumento individual, por la puñetera manía de grabarlo todo con el micro pegado. De ahí que sea tan difícil y tan pesado estar equilibrando continuamente volúmenes. Joer, un fagot y un violín tocando juntos en la vida real no tienen que hacer esfuerzos excesivos para sonar bien (no comparten rango frecuencial) cuando son reales, pero con instrumentos virtuales tienes que estar subiendo y bajando constantemente para que quede real. Y eso es porque el rango es excesivo.
- Exceso de frecuencias: la distancia amortigua las frecuencias menos importantes del instrumento, dejando la principal, más un decaimiento constante de agudos. Los vsti al estar grabados de cerca tienen un montón de frecuencias irreales, como si estuvieran grabados a un palmo.
Si un tema tienes unos violines muy graves, se pegarán hasta con los chelos. Con unos medios graves que sí, quedan muy cálidos, pero son excesivos porque en la vida real no los oyes así. Y cuando suban a las tesituras más agudas, sonarán increíblemente chirriantes y molestos. ¿Cómo narices ecualizas eso?
Porque ese rango dinámico excesivo se acentúa en ciertas frecuencias depende en que octavas toque el instrumento. Con lo cual no tienes que mezclar cada instrumento para que encaje en la orquesta, sino que EQ o compresión serán completamente distintos dependiendo de en qué tesitura esté. Como ejemplo extremo, los chelos en octavas graves tapan hasta las tubas, y en agudas tapan los violines. Eso no es realista...Es como si cada instrumento estuviera grabado para tocar solo, sin nadie más. Y ocupar todo el rango dinámico y todas las frecuencias.
- Exceso de variación en la misma nota. Los dos puntos anteriores producen efectos sumamente irreales; he comprobado notas sostenidas de casi cualquier instrumento que sin variar el CC1 (estando por ejemplo a tope), entre el pico máximo y el más bajo pueden llegar a ..¡9 ó 10db! es una auténtica burrada.
Me extrañaría mucho que en la vida real una nota sostenida con fuerza constante tuviera una variación mayor de 1 ó 2 db (no lo sé...). Pero imaginemos una flauta soplando de forma constante, un violín rozando arco de forma constante sin cambiar nota. La variación es mínima, mientras las librerías dan saltos tremendos que hacen que esa nota constante 'suba y baje' en la mezcla, apareciendo y desapareciendo, cambiando la percepción del oyente. Imposible mantenerla en primer plano, imposible mantenerla en segundo plano.
He probado que hasta los pizzicatos o staccatos, a igualdad de velocidad (en librerías en las que se ajustan por este parámetro) también pasa lo mismo. El fa a 89 suena 9db más fuerte que el la# a 89 de velocidad, por ejemplo. ¡Es imposible que suene natural! Hasta la misma nota repetida da unos saltos bestiales.
¿Qué quiero decir con este rollo?

Pues que la masterización es el arte de mejorar lo que está muy bien. Y el problema de las librerías no está ahí. Durante tiempo intenté mejorar el sonido desde la masterización, sin conseguir ni de lejos lo que buscaba, porque el problema parte de la propia concepción de los instrumentos.
Hace no mucho mezclé una canción de trash metal

, estilo que ni me gusta ni entiendo, para un amigo. Era una grabación casera, hecha eso sí con bastante gusto, en el local de ensayo. Pues bien, el 90% de lo que hice fue quitar ruido. Los instrumentos encajaban casi sin EQ, compresión o panoramización.
Y es la misma sensación que me ha pasado las pocas veces que he trabajado con instrumentos reales. Que son mucho más monos (y eso no es malo!), que tienen menos rango dinámico, que no tienen tantos matices en tantas frecuencias. Y que son mil veces más fáciles de mezclar. Un instrumento más mono, con menos frecuencias, con menos rango, es...¡más expresivo! Porque para ser expresivos hay que subir y bajar la modwheel, cambiar de articulación, etc. Y eso con los vsti producen unos cambios bestiales que hace que nos cortemos porque de repente el fagot se está comiendo al resto de la orquesta por expresar un poco.
Teniendo en cuenta que casi todos los instrumentos virtuales tienen un cambio tímbrico enorme conforme aumenta su dinámica, nos lleva a no utilizar ese cambio, o a que quede mal. Esos metales graves suavecitos que hacen colchones 'amables', cuando queremos que de repente suenen a caza de orcos y les pegamos un hachazo en la ruedecita provocando el cambio de timbre están subiendo 15 y hasta 20db. Es decir, o bien sonarán artificialmente bajas cuando las oímos al mínimo, o harán que el resto de la orquesta desaparezca ante semejante subida.
Adjunto una prueba de lo que quiero decir; prueba A/B de un instrumento simple, una sección de trompetas. El mismo midi, las mismas librerías. La A es como sale tal cual sin tocar nada. La B es retocando todo lo que os digo (rango, EQ, imagen, etc).
Por oído pueden sonar distintas, pero no demasiado he compensado el volumen. Ahora bien, analizadlas con un analizador de espectro y veréis la diferencia. Es la razón por la cual cualquier tema profesional con orquesta ves el analizador y ves una cierta 'coherencia', y cuando ves algo hecho por nosotros con vsti no ves más que saltos y picos pegándose entre ellos. O (sobre todo) acompañadla con un acorde de cuerdas . Y veréis como la primera 'sale y entra' de la mezcla, de los saltos que da, mientras la segunda puede estar llevando la melodía perfectamente...