Retomo este interesante hilo de hace ya algunos años. De nuevo la eterna discusión de su las orquestas virtuales pueden suplir a las verdaderas.
Yo creo que depende fundamentalmente de la finalidad, del propósito de tu composición o emulación. Está claro que si lo que quieres es disfrutar plenamente de una pieza sinfónica lo mejor es ponerte un disco de Deutche Gramophon (o como coño se escriba
) o, mejor todavía, conseguir unas buenas entradas para el auditorio. Yo en el sofá de mi casa no escucharía nada orquestal producido con VST, por realista que sonara. Psicológicamente no podría disfrutarlo igual que sabiendo que eso es una orquesta real, con su director llevándolo todo.
Sin embargo, para medios como el cine, la televisión, etc creo que las VST están dando dando unos pasos gigantes y su uso está más que justificado. En una escena de acción de "Transformers 8" no te planteas si los trombones que suenan son reales. En ese caso la prioridad es la imagen y una orquesta simulada cumple de sobra el objetivo. De hecho muchas bandas sonoras de acción se están produciendo así. Supongo que al ser escenas con tanto jaleo de ruidos (explosiones, gritos, efectos, etc) la orquesta queda más "camufladita" y se nota menos su procedencia. Además, en las pelis hoy día también simulan las imágenes ( paisajes, monstruos, animales, robots, etc) y se consiguen resultados maravillosos.
A mi las VST profesionales (Viena, East West, Lass, etc) me parecen una herramienta valiosísima. Te permiten (no sin un trabajo esmeradísimo de programación) materializar tu obra. Luego ya depende de la finalidad que le des: que es para ponerla en Hispasonic y que la gente opine, cojonudo; que un productor lo oye y te paga una orquesta real para su proyecto, la hostia. Pero, ojo, a lo mejor después de grabarla piensas que te sonaba mejor con tus librerías
. Es todo tan relativo.
¡Un saludo!