Esquizofrenia, música y capitalismo salvaje

Capitán kokorikó
#1 por Capitán kokorikó el 04/09/2018
Un tema recurrente, cuando hablamos de música, trata sobre cómo compaginamos nuestra creatividad, esas ganas de hacer la música que sentimos, en vez de la que nos vemos "obligados" a hacer, para ganarnos la vida. Reconozco que es un tema que me supera, y no creo que haya espacio suficiente en el universo que dé cabida a las razones que cada músico pueda exponer. Tan sólo podemos lanzar alguna teoría, alguna queja, alguna idea más o menos peregrina, dependiendo del mundo personal de cada músico sobre la tierra.
Voy a lanzar alguna piedra, por favor, protégete. Gracias.
Dicen que dicen que la "culpa" es del capitalismo salvaje. Parece que hay una pauta que se repite en todos lados, la del diez por ciento de X dominando al noventa por ciento de Z, en donde X es el sistema capitalista, los chicos malos, los depredadores que controlan la riqueza (banca, negocios, energía, armas, alimentación, política, etc), y Z somos todos los demás, la gente que soporta y sufre este estado de cosas, a todas luces injusto y demencial. Perdonadme que sea tan generalista, no tengo tiempo ni espacio para más.
Así hemos visto que la música y los músicos, en estos últimos tiempos, hemos perdido cada vez más, y cada vez más rápido, el lugar que parecía apropiado para convivir decentemente en el ecosistema global.
Ejemplos (que todos vais a reconocer): Antes había muchos locales para tocar en directo. No hace falta decir que es, era, el espacio natural para que miles y miles de grupos pudieran, por una parte, ganar algo de dinero para poder mantenerse, de forma precaria casi siempre, en el mundo, pagar sus necesidades básicas de comer, estar al día con el casero o con la hipoteca, y poder comprar de vez en cuando algún cacharro musical, o reponer equipos obsoletos, etc. Y por otro lado, tocar significa que el músico puede, podía, expresar su arte, cuando sea arte, y así cubrir la parte más importante, la que de verdad da sentido al hecho de ser músico: el contacto con la gente, el feedback que se produce y que tan necesario es en el tema que nos toca.
Estoy recordando la cara de pazgüato que puse cuando me enteré por vez primera, de que había grupos, más bien casas de discos, que pagaban ¿cómorrrr?) dinero a la cadena "Ser" para sonar y subir puestos hasta llegar al número uno. Bueno, en realidad aún no me he repuesto. ¿Pagar para que, de forma artificial, un grupo llegue a ser el "mejor"?
En honor a la verdad, aunque ya lo tenemos más que asumido, todos y cada uno de los grupos y solistas que entrar en el inhumano juego, están más que encantados de que alguien les lleve hasta el número uno. Así que, somos co-rresponsables de que la música se haya convertido casi en su totalidad, en un mero producto para consumir.
No seré yo quien diga que esto está bien o mal, pero sí seré yo quien diga que las cosas están así porque muchos músicos somos colaboradores, consentidores y beneficiarios
de esta política. (Aunque ya sé que tú no, tanquilo)
Eso hace que debamos cuestionarnos también si, cuando nos quejamos de esto, de lo que realmente nos quejamos es de no ser nosotros, nuestro grupo, el que recibe el odiado apoyo artificial.
Y ahí está el quid de la cuestión. Es sistema favorece que miles de músicos peleen por unas migajas que son pocas, escasas y ninguna. Cero patatero.
Y cuanto menos dinero ganamos, más nerviosos estamos, más discutimos sobre las causas, más nos echamos la culpa entre nosotros, menos tiempo para hacer música, más rebajamos nuestros cachés, justo para poder competir con lo incompetible.
Un ejemplo doloroso. A mediados de los ochenta montamos en Madrid un grupo que prometía. Conseguimos mánager, grabar un disco (mal grabado en un estudio de tercera) y, por fin, la cutre casa de discos que nos movía nos dio la ansiada noticia: íbamos a tocar en "La Discoteca", la que estaba de moda, por donde habían pasado cientos de músicos a los que admirábamos, muchos de ellos internacionales. Decir que estábamos en éxtasis era decir poco. Y tocamos, y bueno, ni fu ni fa. Pero lo que me dejó flipao hasta las cejas fue enterarme, enterarnos, en los días siguientes, de que nuestra casa de discos había pagado cincuenta mil pesetas por que pudiésemos tocar. ¿Como? ¿pagar? ¿estamos locos o qué...? Era la primera vez que un grupo al que yo perteneciera había pagado, en vez de cobrar, por tocar. Mira, aún hoy se me ponen las escarpias como pelos. Lo mirase como lo mirase, aquello era un error, y de ahí no podía salir nada bueno. El mundo al revés.
Pues bien, si en vez de no haber sacado nada de aquello, hubiésemos dado el campanazo, y hoy estuviésemos en el candelabro...¿estaría hablando así, en este tono?. Honestamente creo que tanto yo, como miles de músicos a los que nos va como el culo con el tema del dinero, estaríamos diciendo: ¡ea!, amigo, es la vida....
Así que, los músicos tenemos una gran responsabilidad cuando tomamos decisiones, pues cada decisión personal se añade, de forma imperceptible pero real, al total de las decisiones de todos los demás músicos, y el resultado global de nuestras decisiones crean la realidad de nuestro mundo musical y, por ende. personal.
Te voy a confesar una cosa: estoy en bancarrota. Tanto es así que mi cabeza siempre está trasteando a ver de qué manera puedo ganarme la vida con la música. Y hace unos días pensé en poner anuncios en internet para ofrecer canciones a medida, como regalo para el cumpleaños de un niño, para que un chico se la regale a su chica o a su padre, para alguien que quiere tener una canción personalizada. Y lo haría en el estilo que me dijeran, rock duro, blando o, directamente, líquido. Me da igual porque tengo que pagar el alquiler y no llego. Hago lo que sea. Entonces me pregunto a cuánto puedo cobrar por tema. Calculo lo que puedo tardar en hacer ese trabajo, tiempo de programación, hacer la letra, mandar un borrador y luego hacer algunas correcciones, etc. Pues así, a bote pronto, pienso que cien euros puede ser justo. Si me encargan cuatro temas al mes, no me saca de pobre, pero me ayuda a no tirar la toalla, mientras aún podría hacer lo que más me gusta en el mundo, que es hacer música. Pongo en google las palabras mágicas (te invito a que hagas la prueba) y veo, con horror lovecraftiano, que hay un montón de gente que cobra....¡¡¡¡veintinueve euros por hacer lo mismo!!!! ¡ajdlelgmbjg%ñykgp?$·kg)(%$lf)$lkf! (perdonad, lo siento, no volverá a ocurrir). Lo que imagino que hay detrás de ese precio es....una fábrica. O un genio que hace temas estupendos a gran velocidad. Y mi desesperación hace que los odie y envidie a la misma vez. Un inciso, que voy a tomarme la pastilla.
Y así volvemos al principio otra vez. Como ves, cuando empiezas a analizar, existen razones más que suficientes para A: volverte loco. B: no llegar a nada. C: encuentras que el músico no es la víctima, sino parte del problema. D: que esos ojos que brillan en la oscuridad no tienen buena pinta.
Voy a parar porque sino tendré que seguir. No le voy a dar más vueltas, estoy mareado. Y además tengo algo de prisa, que me cierran la oficina de empleo....
Y tú ¿cómo lo ves?
Un saludo, compañeros.
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Carmelopec
#2 por Carmelopec el 04/09/2018
El problema que le veo a esta proposición es que cae en usos, y los usos pueden ser inciertos, sobre todo cuando leo capitalismo salvaje, ese sintagma actual, frase echa, conceptpo de consumo no me parece preciso. Es como lo de enemigo acérrimo, que no significa nada siendo acérrimo el grado superlativo del latín acer-cris (acre), tendría huevos que el anemigo no lo fuera, o, salvo en enemigo en casa, fuera dulce con el oponente.
El capitalismo salvaje debe referirse a los bororo, en la economía arqueologista, tan dada a detectar formas acaules de producción aunque no hubiera bancos ni pay pal ni notarios, se vería a unos zanguangos de taparrabo explotando a los parias (inspiración marxiana) o dilapidando el crédito (keynesiana), o (a punto de agotar los recursos (varios autores actuales).
Así que habrá que recuperar par esta idea, otras formas mejores, como capitalismo despiadado, atroz o hijoputa..
No veo ya formas muy claras de capitalismo, o no tal y como se forjó en el XVIII y se desarrolló en el XIX, nada muy parecido.

Igual para la creación no fue malo del todo el último capitalismo, aquel que aún conservaba el mercado, los clientes, desde luego, volviendo a lo salvaje, el salvajismo ha sido muy propio del Pop y rock desde los 60 y no ha estado tan mal, ¿no?, pensemos en los animals, los rolling, o el sexo salvaje, tan de aquel paradigma y de aquellos tiempos, cómo lo echo de menos.

La esquizofrenia sí, en eso estamos y en ello se observan avances, ya lo anticipaba Robert Fripp.


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Capitán kokorikó
#3 por Capitán kokorikó el 04/09/2018
De acuerdo, confieso que a veces peco de reduccionista en aras de una comprensión generalista. Por eso se agradecen puntuaciones, correcciones, matizaciones, e incluso puntos de vista radicalmente opuestos. Esta es la grandeza del debate.
Gracias, compañero.
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Last_Monkey
#4 por Last_Monkey el 04/09/2018
#2 Bororos ¿del Sahel o de la Amazonia?
¿Acahual, del nahua, acahualli?
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Carmelopec
#5 por Carmelopec el 04/09/2018
Los de Levy Strauss, el antropólogo, los que siempre sacaba a colación. Creo que del Amazonas, el que ama parcialmente.
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Last_Monkey
#6 por Last_Monkey el 04/09/2018
Lévi, Carmela, Lévi.
El otro hace prendas denim.
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Carmelopec
#7 por Carmelopec el 04/09/2018
Eso, el corrector que llevo, que es Lois.
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Synclavier
#8 por Synclavier el 04/09/2018
El mundo es una gran estafa piramidal...
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Capitán kokorikó
#9 por Capitán kokorikó el 04/09/2018
Hola, Juanma. ¿Te animas a ampliar la idea? Quizás puedas relacionar esa idea con lo que nos atañe a los músicos y la música. Me encanta escuchar diferentes versiones...
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Synclavier
#10 por Synclavier el 04/09/2018
#9 La idea es prácticamente la misma que se extrae de este párrafo tuyo:

"Dicen que dicen que la "culpa" es del capitalismo salvaje. Parece que hay una pauta que se repite en todos lados, la del diez por ciento de X dominando al noventa por ciento de Z, en donde X es el sistema capitalista, los chicos malos, los depredadores que controlan la riqueza (banca, negocios, energía, armas, alimentación, política, etc), y Z somos todos los demás, la gente que soporta y sufre este estado de cosas, a todas luces injusto y demencial."

Esto ocurre en todo tipo de sectores, no solo en la música. Cuando se vendían discos, el músico también era un explotado por los "tiburones" de las discográficas, pero al menos sabía que si conseguía vender muchos ejemplares ganaría para poder llevar una vida digna. Ahora, salvo cuatro "bisbales", la mayor parte no saca casi nada de la venta de discos, solo queda el directo y también está mal para la mayoría, así que todo está mucho mas fastidiado. La digitalización y la consecuente piratería han convertido lo que antes era abuso y explotación (pero que daba para vivir todos, aunque de forma desigual), en precariedad rayando en la miseria para la inmensa mayoría.

El neoliberalismo económico creciente unido a la devaluación de los soportes y por tanto también del trabajo que éstos contienen, la superficialidad de la sociedad que demanda productos de usar y tirar, para lo cual no es necesario que tengan un especial valor ni trascendencia..., todo ello es nefasto para los productos culturales en general.
Y lo que nos queda: cuando eclosione todo el tema de la inteligencia artificial, la cual bien aplicada podría ser fantástica pero me temo que van a aprovecharse de ella para tenernos bien manipulados, controlados y calladitos, el panorama general puede ser el mismo que describe la novela "1984" de George Orwell, literalmente. El autor solamente se adelantó unas décadas en la fecha, pero ya no queda tanto.
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Capitán kokorikó
#11 por Capitán kokorikó el 05/09/2018
Sí, parece que las cosas se están poniendo cada vez más... "interesantes".
Gracias, Juanjo, por tu aporte.
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Alexmx03
#12 por Alexmx03 el 05/09/2018
La sociedad cambia, los negocios y su forma cambian, es inevitable. Una de las cosas que hacemos mal (y me incluyo) es nuestra falta de adaptación y dedicarnos a mirar al pasado creyendo que es la solución, nos quedamos sentados quejándonos sin poner remedio a las cosas. Esto es aplicable a cualquier sector en cualquier situación incomoda. Estamos tan acostumbrados a estar en la zona de confort que cuando nos salimos de ella nos hundimos y no sabemos reaccionar, nos da miedo y no vemos que probablemente sea la oportunidad de mejorar. En esta vida todos y cada uno de nosotros vamos a tener problemas, es nuestra capacidad de poner medidas la que nos hace triunfadores. Por suerte, el trabajo es uno de esos problemas que tienen solución, existen otros como la enfermedad o los desastres naturales y accidentes en los que poco podemos hacer. ¿cuantos casos salen de gente pudiente que lo pierde todo y se recupera e incluso se hace mas fuerte? Deberíamos aprender de ellos. Deberíamos dejar de echar la culpa a los demás y a las situaciones y empezar a ver que lo mas seguro es que nosotros seamos los causantes de nuestra situación. :birras: Una ronda para todos, a ver si nos animamos un poco y tiramos hacia un futuro mejor.
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Emilio
#13 por Emilio el 05/09/2018
Alexmx03 escribió:
Una ronda para todos, a ver si nos animamos un poco y tiramos hacia un futuro mejor.



Tranquilos, el futuro es luminoso, pacífico y próspero.

https://www.ecoportal.net/temas-especiales/politica/la_sociedad_del_miedo_y_la_inseguridad/
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Capitán kokorikó
#14 por Capitán kokorikó el 05/09/2018
Gracias, Emilio, por tu aportación. En mi exposición doy una pista de por donde creo yo que hay una salida al caos que parece que viene: la toma de conciencia personal. Parece buena idea que nos vayamos desenganchando de lo que no nos convence, mención honorífica a la política, a seguir votando. Mi postura es que hay que dejar de apoyar todo lo que huela a lucha, confrontación y división, y apoyar lo que nos es común y cercano. El verdadero poder de los chicos malos tiene que ver con que un montón de gente les sigue apoyando, directa o indirectamente. El tema es muy denso, no encuentro la manera de explayarme tanto. Quizás una de las claves sea plantearnos todos, a nivel personal, cada acto en el que nos veamos involucrados, y decidir si vale la pena, si sirve sólo a mis pequeños intereses o sirven también a la comunidad, si esos actos vienen dados porque aún creemos en escalar sin límites y caiga quien caiga, o si entendemos que esa carrera hacia ningún lado nos lleva a la muerte en vida.
Y de cualquier forma, que no cunda el pánico, disfrutemos del acto creativo y creador de la música, estemos atentos, y si podemos, no añadamos confusión al caos.
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Klaus Mari Kong
#15 por Klaus Mari Kong el 05/09/2018
Capitán kokorikó escribió:
Dicen que dicen que la "culpa" es del capitalismo salvaje. Parece que hay una pauta que se repite en todos lados, la del diez por ciento de X dominando al noventa por ciento de Z, en donde X es el sistema capitalista, los chicos malos, los depredadores que controlan la riqueza (banca, negocios, energía, armas, alimentación, política, etc), y Z somos todos los demás, la gente que soporta y sufre este estado de cosas, a todas luces injusto y demencial.


Algo en esta línea discutimos hace algunos años (en 2013!)... el hilo lo abrí yo en referencia a la conferencia que Alan Krueger dio: Rock and Roll, Economics, and Rebuilding the Middle Class.

https://www.hispasonic.com/foros/rock-roll-economia-reconstruccion-clase-media/437372

Los enlaces de la charla original han cambiado (con el cambio de Obama a Trump), tenéis la charla original aquí:

https://obamawhitehouse.archives.gov/blog/2013/06/12/rock-and-roll-economics-and-rebuilding-middle-class

Y mi resumen:

Alguien escribió:
En respuesta a la crisis de las discográficas los artistas ha salido de gira más que nunca y ha llevado al alza del precio medio de las entradas, pero a la vez esto ha producido un fenómeno interesante: la concentración de la mayoría de los ingresos por conciertos en las super-estrellas. El 5% de los que más ingresan se llevan prácticamente el 90% del pastel.

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¿Porqué ocurre esto?. Krueger recurre al concepto de "bien sustitutivo imperfecto" y a las economías de escala derivadas de las redes de comunicación actuales. La idea es que la mejor cantante de ópera en el XVIII no tenía demasiadas posibilidades de dominar el mercado de la ópera porque su alcance estaba limitado, pero actualmente los medios de comunicación permiten que los que más talento (o suerte) tienen dominen mercados completos desplazando a todos los demás como "sustitutivos imperfectos". ¿Qué significa esto?, que la gente está dispuesta a pagar mucho más por ver a Springsteen que a Perico Lospalotes, por muy bueno que sea este último. Del mismo modo que si necesitas operarte de corazón preferirás al mejor médico de tu zona antes que al segundo y tercero juntos.

La combinación de ambos factores hace que los líderes, las super-estrellas en este caso, se coman prácticamente todo el pastel. Es la economía del mega-hit y la super-estrella. Luego se extiende explicando el rol de la suerte en lo de llegar a ser una super-estrella, hace falta mucho talento pero también mucha suerte (casi más que talento). Ser un éxito es básicamente una profecía auto-cumplida... por lo que realmente no es "culpa" de los demás músicos no ser tan exitosos y tampoco es realmente justo que unos pocos se lo lleven todo.

El problema es que eso mismo pasa con todo el resto de la economía, con todos los mercados.


La idea de Krueger no es nueva para nada, Alfred Marshall el padre de la microeconomía moderna ya habló de una economía de las super-estrellas... y de de cómo el gramófono impulsó ese mismo efecto en la ópera.

https://www.bbc.com/news/business-39443187

Si eso es "capitalismo salvaje"... ¿qué tipo de regulación necesitaríamos para frenarlo?... ¿cuotas máximas de conciertos?, ¿limitación de aforos?, ¿impuestos especiales a las super-stars?...

El problema al final es que como seres humanos tenemos un sesgo gregario importante.
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