¿Grabar utilizando una frecuencia de muestreo elevada aporta mejoras en la calidad del audio? Esta es una de las cuestiones más recurrentes dentro de nuestro foro a lo largo del tiempo. Trataremos de profundizar en el asunto hasta donde buenamente podamos.
Siempre me ha sonado mal esa afirmación. Nuestros 20 kHz de ancho de banda frente a las necesidades de la imagen, vídeo, radiocomunicaciones... parecen una miseria. Pero no lo son. Hoy defendemos su honorabilidad y peculiaridad con argumentos técnicos.
La compresión refuerza el sonido, saca a relucir las partes poco llamativas y controla los transitorios, si la utilizas bien. Pero hay tres ajustes de compresor que resultan críticos para su buen funcionamiento y a menudo se pasan por alto.
Con la introducción de algunos plugins de mastering que te permiten monitorizar tu mezcla tal como sonaría en diversos servicios de streaming, se ha difundido la idea equivocada de que es necesario enviar un master diferente para cada uno; es decir, "remasterizar" tu master.
Normalmente, la batería centra mucho la atención en las sesiones porque casi toda la música moderna está orientada al ritmo. Sea cual sea el método que elijas para grabarla, procura contemplar la batería como un único instrumento.
Frequency juggling —"malabarismos de frecuencias"— es una expresión anglosajona que se refiere a los ajustes de ecualización que debemos hacer para que cada instrumento tenga su espacio en la mezcla. Os contamos la esencia de esta técnica.
El efecto de proximidad es la exageración de los sonidos de frecuencia baja que se produce en un micrófono direccional cuando éste es colocado muy cerca de la fuente. El efecto de proximidad puede ser una bendición o una maldición, dependiendo de cómo se utilice.
Que tengas un montón de micrófonos a tu disposición no significa que vayas a obtener un gran sonido de batería. A veces, los métodos más simples pueden aportar un realismo que no puedes conseguir microfoneando de cerca cada pieza de la batería.
Las diferencias entre las entradas no son sólo cuestión de conector (XLR / jack) sino también de qué niveles de señal y valores de impedancia maneja mejor cada uno de los distintos tipos (mic/inst/line).
Para una conexión óptima no basta ajustar la selección +4dBu o -10dBV. Aprendemos cómo realizarla combinando sistemas analógicos y digitales y atendiendo a los márgenes, los dBFS y los VU.