Es curioso, los programas P2P (nos) han convertido en (presuntos) delincuentes a un porcentaje altísimo de la población mundial. Puede que en España, por tener este sistema legal tan lleno de agujeros, aún nos quede un tiempecito en que podremos seguir levantando orgullosos la cabeza y diciendo "yo no soy ningún delincuente, el intercambio privado de archivos es totalmente legal", pero estoy convencido de que esto terminará cambiando antes de lo que imaginamos. Está claro que hay mucho dinero en juego y eso es lo que hace moverse las cosas. De lo que no estoy tan seguro es de que consigan parar la descarga (ilegal) de archivos por internet, creo que también la legislación tendrá que encontrar la forma de tratar(nos) a ese gran porcentaje de (presuntos) delincuentes. Personalmente me encantaría que alguien llegase, tranquilizase mi conciencia y me convenciera de una vez por todas de que el uso de la mula es un derecho inalienable de todo ser humano y que, sobre todo, nadie sale perjudicado porque yo me descargue las discografías completas de cada artista que me gusta; pero el caso es que aún no he escuchado ningún discurso en ese sentido que me haya convencido.
De lo que si estoy seguro es de que esto va a cambiar de forma radical la forma en que se distribuye la música y cómo se ha comerciado con ella hasta ahora. Hay algo bastante liberador en el hecho de la desmitificación del original que estamos viviendo. Cada vez nos importa menos el hecho de que nuestros cd's estén rotulados a mano y nos centramos en el contenido real de las cosas (en este caso la música). Por otro lado, está claro que los mp3 suenan francamente mal, con lo cual el oído medio del individuo terrestre puede terminar atrofiándose irremediablemente; habíamos llegado en los últimos años a tener una calidad de copia musical realmente fantástica gracias a la digitalización del sonido, y la vamos a perder por culpa de la misma causa.
De lo que si estoy seguro es de que esto va a cambiar de forma radical la forma en que se distribuye la música y cómo se ha comerciado con ella hasta ahora. Hay algo bastante liberador en el hecho de la desmitificación del original que estamos viviendo. Cada vez nos importa menos el hecho de que nuestros cd's estén rotulados a mano y nos centramos en el contenido real de las cosas (en este caso la música). Por otro lado, está claro que los mp3 suenan francamente mal, con lo cual el oído medio del individuo terrestre puede terminar atrofiándose irremediablemente; habíamos llegado en los últimos años a tener una calidad de copia musical realmente fantástica gracias a la digitalización del sonido, y la vamos a perder por culpa de la misma causa.
