Capitán Chandall escribió:
No lo dejo claro, es que tampoco lo tengo, lo señalo; me da que para unos fue una reacción necesaria y para otros un dejarse caer en la carne.
No se si en Chile, que tiene algunas coordenadas culturales próximas, ha sucedido esto; me da que en Chile (no se si por conservadurismo provinciano o por idiosincrasia) se tiene hacia lo serio antes que hacia lo disparatado; lo último de pop chileno (muy elegante y sesudo, con letras muy elaboradas) y los compañeros que conozco aquí de Chile, me inclinan a pensar que sois serios por que sí, a lo mejor por abundar en diferencias frente al vecino más grande y visible, me da que lo caribeño ha triunfado menos en Chile que en ningún sitio de la zona.
Sucede algo muy curioso. La cumbia ha calado hondo en la sociedad chilena durante décadas. Es un producto importado, algo que viene de otras latitudes por tanto poco refleja nuestra idiosincrasia, pero al igual que en argentina se ha sabido hacer nuestra, se le ha impreso un sello propio. Se nota cuando escuchas una cumbia cubana que no es lo mismo que la cumbia chilena, tampoco es igual a la argentina, y es ahi donde si se refleja la idiosincrasia, en el híbrido resultante.
Lo curioso de todo esto es que por años fue la cumbia la música asociada a gustos menos refinados y clases sociales mas bajas, ideal para fiestas pero no era necesariamente algo representativo del patrimonio cultural chileno. Pero en los últimos años se ha dado un fenómeno interesante, se ha comenzado a rescatar la chabacanería o lo "huachaca" como le llamamos por acá como real patrimonio cultural.
La cumbia ha pasado de ser música del populacho a ser representativa de una elite intelectual. Hoy se hace cumbia para ir a tocarla a parís, pero se hace con clase, tan chabacana como ha sido siempre pero sin timidez respecto a mostrar lo que realmente es la sociedad chilena.
Esto yo creo que es muy chileno, la élite intelectual tiene muy arraigado lo tradicionalista, pero en el sentido de lo cotidiano, de rescatar el eructo en la mesa, el comer cosas grasosas y simples, nada muy refinado, pero delicioso, no tomar el vino que importamos, si no el de mas baja categoría (es mas dulcecito) y no tener miedo a reconocer que nos gusta.
Hubo una época en que eso avergonzaba. No nos queríamos mostrar como gente de pueblo rural, que aun lo somos bastante, poco refinados en las maneras y en los gustos, pero con miedo a quedar mal en la casa del "patrón". Es la imagen que creo has conocido, de ahi que te parezcan serios y es por eso mismo que gustan tanto los ritmos tropicales, una manera de liberarse, de "soltar las trenzas" pero si alguien nos sorprende en ese disfrute nos sonrojamos.
Ahí es donde entran las juventudes intelectuales, ya mas liberadas, ya no tan herederas de la dictadura, que se atreven a ser tal cual son y de enaltecer la cultura huachaca, que siempre lo hemos sido, los argentinos tan estirados con su tango y nuestra música típica es la cueca, desordenada, campesina, picaresca, ahi tienes la gran diferencia entre pueblos hermanos, pero separados al nacer.
Acá hay un ejemplo, está cargada de mucho humor, pero no para parodiar, es por que el humor es parte de lo que tiene que ser y se hace con altura de miras y sin vergüenza de mostrar lo que realmente es la cultura chilena.