No sé si alguno seguís el mundillo del ajedrez. Para quienes conocen el juego profundamente (no es mi caso) una jugada excepcional llega a suscitar un intenso placer estético y una gran admiración hacia su autor. En realidad esto sucede con cualquier manifestación cultural que haya acumulado una historia importante que requiera una inmersión sustancial para poder apreciar en profundidad todos sus matices: música en sus distintos géneros y manifestaciones, literatura, pintura, gastronomía, cata de vinos, matemáticas, filatelia y colombofilia... Es una forma de emocionarse quizá artificiosa, pero sigue siendo emocionante y acaba liberando endorfinas igual o quizá incluso más que otras más cercanas a los procesos biológicos.
Como sabréis, desde hace unos 20 años hay software que es capaz de vapulear a cualquier jugador humano. Pero no sólo eso. Estas "máquinas", como las llaman en el mundillo, están enseñando a jugar a los mejores maestros, creando (sí, creando, o descubriendo) nuevas aproximaciones al juego, y también juegan entre ellas produciendo partidas que asombran y, sobre todo, deleitan a los conocedores:
https://www.rtve.es/noticias/20171219/leontxo-garcia-nadie-ni-humano-ni-maquina-habia-jugado-tan-bien-ajedrez-como-alphazero/1648606.shtml
Aún así, esto no ha acabado con la afición por el ajedrez. Al contrario, últimamente está viviendo una época muy boyante, con notable seguimiento y presencia en los medios (notable en términos relativos, obviamente).
Yo ya me lo creo todo, no me atrevo a hacer predicciones.
Me parecería una evolución razonable que la música de consumo acabara dominada por la producción automatizada, como muchas otras áreas dedicadas a la satisfacción de necesidades básicas, conviviendo con nichos artesanales para quienes disfruten y se puedan permitir una relación más profunda con la música. Pero tampoco me extrañaría que con el tiempo la IA llegara a producir obras fascinantes para los nichos más cultivados.
Como sabréis, desde hace unos 20 años hay software que es capaz de vapulear a cualquier jugador humano. Pero no sólo eso. Estas "máquinas", como las llaman en el mundillo, están enseñando a jugar a los mejores maestros, creando (sí, creando, o descubriendo) nuevas aproximaciones al juego, y también juegan entre ellas produciendo partidas que asombran y, sobre todo, deleitan a los conocedores:
https://www.rtve.es/noticias/20171219/leontxo-garcia-nadie-ni-humano-ni-maquina-habia-jugado-tan-bien-ajedrez-como-alphazero/1648606.shtml
Aún así, esto no ha acabado con la afición por el ajedrez. Al contrario, últimamente está viviendo una época muy boyante, con notable seguimiento y presencia en los medios (notable en términos relativos, obviamente).
Yo ya me lo creo todo, no me atrevo a hacer predicciones.
Me parecería una evolución razonable que la música de consumo acabara dominada por la producción automatizada, como muchas otras áreas dedicadas a la satisfacción de necesidades básicas, conviviendo con nichos artesanales para quienes disfruten y se puedan permitir una relación más profunda con la música. Pero tampoco me extrañaría que con el tiempo la IA llegara a producir obras fascinantes para los nichos más cultivados.



