De momento estoy haciendo pruebas para secuenciar/controlar el Verselab con un teclado externo. En mi caso alternando el Novation LaunchKey Mini MK3 y un Arturia KeyStep. Cualquiera de los dos le va como anillo al dedo.
Con la MC-101 por un lado y la Verselab por otro, primeramente llegué a la conclusión de que, almacenando prácticamente los mismos 3.000 sonidos, parecía que la 101 tenía algo más de pegada.
Pero no.
Quitando efectos y el “brilli, brilli” los sonidos son exactamente iguales, gemelos, clones, copias, repeticiones, los mismos, tal cuales, ...k
En la Verselab vienen de fábrica, casi sin tocar.
En la MC-101 están, de fábrica, algo más tocados. Pero la base es la misma. Si acaso en la Verselab hay tres o cuatro bajos más, un par de kits de baterías más, dos o tres Leads más... , pero nada digno de mención. Salvo que tanto en la 101 como en la Verselab de esos 80 kits de batería sobran como 60. Todo redunda en las cajas de ritmo de la marca y no han querido ir más allá.
Lo que sí me gusta a rabiar de la Verselab es la calidad sonora y la capacidad de añadir a través de su “input” cualquier otro sinte y mezclarlo con el conjunto total. Para directos quizás no, pero para componer en casa y ahorrarte cables y quebraderos de cabeza, va de lujo.
Mañana más y mejor
(bueno, esteeee, mañana o pasado mañana, que ahora tengo mucho curro).